El pasado 19 de marzo, el gobierno de Pedro Castillo Terrones declaró en emergencia el sector agrario por de 120 días. El objetivo del Decreto Supremo del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) era mitigar el impacto de la pandemia de la covid-19 y el alza de los insumos agrarios. Y en 10 días, el Midagri debía presentar un plan de trabajo.
Los agricultores de Arequipa y Puno expresaron inmediatamente su descontento, ya que consideraron que la medida no tomó en cuenta las demandas de los gremios del país, y porque no considera un presupuesto fijo. La declaratoria de emergencia fue unilateral y no incluye a sectores como el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, el Ministerio de Economía y Finanzas o el Ministerio de la Producción.
Asimismo, el presidente de Conveagro en Puno, Roger Flores, consideró que por lo menos se debió declarar por un año la emergencia del agro. Y destinarse un presupuesto fijo para resolver los problemas de este sector que está en el olvido y que es su único recurso para subsistir.
Realidad de cada región es diferente
Entre otros aspectos, los agricultores, hicieron notar que si bien el incremento del costo de los fertilizantes afecta fuertemente al centro, norte y algunas regiones del sur del país, en Puno solo el 4 % de agricultores compran fertilizantes químicos para sus cultivos.
La realidad de cada región es diversa, pero sus problemas se han agudizado en conjunto en los últimos años y amenazan convertirse en potenciales conflictos, con anuncios de paralizaciones. En los seis meses de la campaña agrícola 2021-2022, iniciada en agosto del año pasado, se ha registrado una caída de 0.2 % en las áreas sembradas respecto al mismo periodo de la campaña agrícola pasada
Aquí un repaso de lo que vive el sector agrario en algunas regiones del país y lo que podríamos enfrentar en el futuro inmediato.
Nuevos conflictos en Junín por desatención de autoridades
Los últimos días del mes de marzo y los primeros de abril estuvieron cargados de numerosas manifestaciones encabezadas, en su mayoría, por el sector agrario. La problemática se agudizó con la pandemia y la crisis económica que golpeó a todos los sectores, especialmente aquellos que tienen bajos recursos como los de la agricultura. Los precios de los principales abonos como la úrea, el fosfato de amonio y el cloruro de potasio pasaron a costar de entre 50 a 70 soles a 220 y 250 respectivamente. Este incremento ha perjudicado directamente a los pequeños agricultores que no acceden a préstamos financieros.
En Junín, dirigentes agrarios como Violeta Huamán, del distrito de Chicche, responsabilizan de esta problemática a la nula atención de los gobiernos regional y nacional para con el agro, que no viene de una situación reciente, sino de un acumulado de gestiones fallidas para resolver la crisis agraria. A esta problemática de gobernabilidad y de gestión de conflictos se le suma el cambio climático que ha agudizado la presencia de granizadas, heladas y sequías, que han arruinado los cultivos y pastizales.
El presupuesto del seguro agrario catastrófico (SAC) es claramente insuficiente para proteger a los pequeños agricultores de las zonas más pobres y vulnerables.
Por otro lado, dirigentes como Jorge Avellaneda, del Alto Cunas, desconocen la representatividad de quienes participaron en la mesa de diálogo con los ministros de Estado, especialmente de Ángel Misayauri Borja. La misma división de estos dirigentes ha generado agendas propias que son difíciles de gestionar por separado. La escasa representatividad en las reuniones de líderes que no encarnan a las grandes mayorías, deja un espacio para futuros conflictos como los registrados en Huancayo y otras regiones del país.
Agricultura ayacuchana en emergencia
El 1 de abril, el gobierno declaró en Estado de Emergencia a 39 distritos de 11 provincias de la región por las intensas lluvias que ocurren en los últimos meses, perjudicando con mayor impacto a los agricultores, quienes perdieron su producción de la temporada. Ellos requieren de apoyo urgente de las autoridades y especialistas para solventar una futura cosecha.
Según el último reporte de la Dirección Regional de Agricultura Ayacucho, a la fecha hay un registro de aproximadamente diez mil hectáreas de cultivos que se perdieron a causa de las granizadas, lluvias torrenciales y heladas en las comunidades altas, poniendo en riesgo el abastecimiento normal de productos de primera necesidad orgánica en los mercados cercanos y de exportación.
Asimismo, el precio de los fertilizantes utilizados por los agricultores ha sufrido un incremento en sus costos desde hace seis meses, agravándose el problema durante esta quincena, donde un saco de nutriente llegó a costar 120 soles, duplicando casi su precio en el mercado. Ante esto, los agricultores del distrito de Tambo, en la provincia de La Mar, realizaron un bloqueo de carreteras para hacer sentir su malestar a las autoridades regionales, quienes se comprometieron a ingresar a estos agricultores al programa de fertilizantes y desarrollo de la agricultura ayacuchana.
Más de 10 mil hectáreas sin sembrar en Piura por costo de fertilizantes
Si bien es cierto, el pasado 2 de abril se declaró en emergencia 39 distritos de la región por las inclemencias del clima, aún no se ha visto trabajos en las zonas afectadas, considerando que existe un plazo de sesenta (60) días calendario para la ejecución de medidas y acciones de excepción, inmediatas y necesarias, de respuesta y rehabilitación que correspondan.
Producto del alza del precio de los fertilizantes, más de 10 mil hectáreas de cultivos del Alto Piura se dejaron de sembrar en la campaña grande, lo que afectaría a las familias piuranas.
El presidente de la Junta de Usuarios del Alto Piura, Arnulfo Adrianzén Juárez, indicó que el 85 % de los terrenos agrícolas no fueron sembrados debido al incremento de los costos de los fertilizantes usados en los cultivos de arroz, maíz, entre otros alimentos.
El dirigente agrario adelantó que esta situación afectará la canasta de los piuranos cuyos resultados se verán en dos meses. La poca producción agrícola, dijo, incrementará el precio de estos productos y el desabastecimiento en los mercados de la ciudad.
Arnulfo Adrianzén detalló que actualmente el precio de la úrea en la región es de 220 soles cuando antes pagaban 90 soles. En el caso del Fosfato de Amonio, su valor es de 180 soles (antes 90) y el Azul Plus cuesta 230 soles (antes 140 soles).
Ante la ineptitud del titular del Midagri, según dijo, pedirán su renuncia en la reunión que sostendrán el próximo martes en el Ministerio de Desarrollo Agrario.
Actividad agrícola cusqueña sin acceso al agua o tecnología
En el Perú, la agricultura familiar representa el 97 % del total de esta actividad, que engloba a más de 2.2 millones de personas. El 88 % de este porcentaje corresponde a agricultura familiar de subsistencia, el 10 % es agricultura familiar intermedia y solo el 2 % agricultura familiar consolidada. En Cusco, la actividad agrícola presenta diversas limitaciones como acceso al agua, a tecnología, participación en esquemas organizacionales, entre otros.
Ante este panorama, el gobierno de Pedro Castillo propuso y lanzó por todo lo alto, desde la región imperial, la Segunda Reforma Agraria. El propósito, supuestamente, es atender las demandas de los pequeños productores de la agricultura familiar para revalorar su aporte en la seguridad alimentaria y nutricional, así como en el desarrollo económico del país, ya que son ellos quienes suministran más del 80 por ciento de los alimentos que consume todo el país.
Segunda Reforma Agraria sin presupuesto a seis meses de su lanzamiento
A la fecha, la llamada Segunda Reforma Agraria, “nacida del campo”, se quedó en el aire. No hay manera de implementarla debido a que no tiene presupuesto para su aplicación. “Nosotros, las comunidades campesinas, no podemos ser usadas para un aprovechamiento político”, expresó Walter Torres, presidente de la Federación Revolucionaria Túpac Amaru (FARTAC).
“Exigimos que al menos el 7 % del PBI se designe para el sector agricultura”, agrega. Además, cuenta que el maíz blanco, cuya producción es exclusiva de esta zona del país, ha llegado a los 40 soles por arroba, debido al alto costo de los fertilizantes.
“Esos decretos de Urgencia que han sacado para subsidiar los fertilizantes y el bono wanuchay, hasta el momento, tampoco no hay nada”, señala Torres. La propuesta para solucionar este álgido problema sería entonces, según propone el representante del gremio de agricultores, que la planta de Cachimayo de Cusco, que antes producía el fertilizante úrea, se reactive y vuelva a producir para abastecer al Cusco y a todo el sur del país.
“De lo que costaba 70 soles, el fertilizante ahora cuesta 260 soles, lo que es insostenible. Por eso se convocó a un paro agrario preventivo de 48 horas, para este 18 y 19 de abril”, informó el dirigente.
Asimismo, confirma que a su medida de lucha se están sumando otros gremios como la junta de usuarios de agua, los transportistas, la FDTC, la Federación universitaria y la Asociación Regional de Jóvenes. Otros gremios y federaciones de campesinos provinciales, también confirmaron su adhesión al paro y están participando del mismo.
Puno necesita compras estatales y créditos para agricultores
En la región Puno, salvo por el cultivo de quinua, la actividad agropecuaria mayormente es de autosustento o de producción limitada. Los fertilizantes industriales se usan en poca escala pues prevalecen los métodos tradicionales y gran extensión de cultivos dependen de la lluvia para su irrigación, razón por la cual son vulnerables a las sequías que se dan, cada cierto tiempo, por el fenómeno de El Niño.
El presidente de Conveagro regional en Puno, Roger Flores, indicó que los agricultores de Puno necesitan compras estatales de sus productos y créditos para los agricultores para compra de maquinarias. El gobierno ha implementado un seguro agrario catastrófico para paliar los reveses ocasionados por los fenómenos naturales como las inundaciones y sequías, pero no hay otro mecanismo para ampliar las 267 mil 659 hectáreas cultivadas en la región (periodo 2020 al 2021).
De acuerdo a los reportes del Banco Central de Reserva, durante los últimos dos años se observó el incremento de la productividad por la mayor producción de papa, haba, cebolla y alfalfa. Por otro lado, se observó crecimiento de la producción de plátano en la selva puneña, mientras el cultivo de café en esta zona aún arrastra los terribles estragos de la plaga de la roya.
Otro cultivo que se ha extendido en los últimos años es el de la avena forrajera, para la alimentación del ganado vacuno.
Lambayeque: Falta de agua y salinización de la tierra afecta a agricultores
Lambayeque es una región enteramente agrícola. De hecho, el valle Chancay – Lambayeque es el más extenso del país con sistema de riego regulado, pero uno de los que atraviesa un serio problema debido a la falta de recurso hídrico y la pérdida de áreas cultivables por salinización. El cultivo dominante es la caña de azúcar, con tres agroindustriales asentadas en el valle.
Los pequeños agricultores de Lambayeque, además de cultivar productos de pan llevar, también siembran caña de azúcar, algodón y maíz amarillo duro, productos que se comercializan en el mercado interno. A ello se suman las grandes extensiones de arroz, siendo ésta la región que aporta el tercer mayor volumen del cereal al país.
Franja de precios y deudas con banca privada también frenan avance
Sin embargo, pese a los niveles productivos alcanzados, existen tres aspectos que frenan el avance de la agricultura: la franja de precios que no protege efectivamente la producción arrocera nacional frente a la importación del cereal subvencionado; la escasez de recurso hídrico y las deudas contraídas con la banca privada, que ha generado la imposibilidad de acceder a nuevo financiamiento. Un problema adicional: dos de las tres azucareras (Tumán y Pucalá), que antes fueron cooperativas, atraviesan un serio conflicto social debido a las administraciones judiciales.
Punto aparte es el Valle Nuevo de Olmos, irrigado por el proyecto en concesión. En seis años de operatividad ya se han cultivado 24 mil hectáreas, con volúmenes de producción auspiciosos. El 50 % de las exportaciones de Lambayeque ya salen de Olmos, donde se ubican las principales productoras de palta y arándano del país.
Al agricultor de Ica le afecta las importaciones con cero aranceles
A diferencia de Junín y Huancayo, en la región Ica el sector neto de la agricultura -que es reducido a comparación al sector de la agroexportación- no se pronunció durante los últimos acontecimientos de protesta por el alza de precios, sobre todo en los fertilizantes. Quienes tomaron el control de la vía Panamericana Sur, la semana del 4 de abril, son trabajadores de la mano de obra en fundos de las empresas agroexportadoras.
Si bien es cierto que los pequeños y medianos agricultores, se ven afectados de alguna manera con la situación crítica nacional e internacional, los gremios más fuertes como la de los algodoneros de la región, tienen otros pliegos de reclamos pendientes. Y tienen que ver, por ejemplo, con la afectación de las importaciones.
De acuerdo con el presidente del gremio nacional de algodoneros y asociados a Conveagro, Elvin Palma Quiróz, quien también es dirigente en el valle de Chincha, el sector de agricultura tiene sus propios reclamos. Si bien se han mejorado los créditos oportunos y la franja de precios, aún se espera revisar los tratados debido a que ingresan productos al Perú, con cero arancel, como el algodón, el maíz y la papa que se importa de Holanda.
Según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) el cultivo de algodón se concentra en los departamentos de Ica (38.0 %), Piura (16.0 %) y Lima (9.9 %).
Declaratoria de emergencia del agro no tendrá ningún efecto en Arequipa
Para el presidente de la Convención Nacional del Agro Peruano (Conveagro) en Arequipa, Clímaco Cárdenas, la declaratoria en emergencia del sector agrario y riego por un lapso de 120 días, el pasado 19 de marzo, no tendrá ningún efecto para cambiar la realidad actual de la agricultura, porque el Decreto Supremo no tomó en cuenta los pedidos que, de manera constante, le hicieron llegar los gremios de todo el país.
Cárdenas refirió que se tomó la decisión sin reunirse una sola vez con los gremios de agricultores y ganaderos del país, cuando se había solicitado reuniones en varias ocasiones en diciembre y febrero, pero nunca recibieron respuesta. “Ningún gremio se ha reunido con el presidente para plantearle nuestras propuestas a la problemática que vivimos”, señaló Cárdenas.
La norma es solo letra muerta, pues no señala si se asignará presupuesto para solucionar la problemática y es unilateral porque no inmiscuye a otros sectores como el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, el Ministerio de Economía y Finanzas o el Ministerio de la Producción. Todos esos actores deben participar activamente, porque las soluciones a la problemática del agro no van a venir solo del Midagri”, agregó el agricultor.
Sectores agrario y agropecuario en crisis por costos de fertilizantes e insumos
El sector agrario y agropecuario está en crisis en la región Arequipa, tal como se lo dieron a conocer al ministro Óscar Zea en su última visita en febrero, durante la Primera Cumbre Regional Agraria de Arequipa. En la cita le pidieron resolver la desmedida alza de precios de los fertilizantes e insumos agropecuarios y la pronta reestructuración de la franja de precios para proteger la producción nacional de arroz, maíz, azúcar y leche.
En la misma reunión cuestionaron tener a un profesor como ministro de Agricultura, expresando que querían a un agrónomo. Y con respecto a la Segunda Reforma Agraria, afirmaron que sí están de acuerdo con ella, pero que es un proyecto a mediano y largo plazo, mientras que se necesita una solución urgente.
“Los agricultores piden la reactivación económica, que se les dé créditos de inmediato; que en el sur se puedan crear y producir los fertilizantes para que esto mengüe el precio de los insumos y nutrientes”, solicitó el presidente de la Junta de Usuarios del Sector Hidráulico Menor de Palpa.
Los ganaderos piden al gobierno resolver la desmedida alza de precios de los insumos agropecuarios para seguir trabajando.