Para viajar a China no se necesita ser una buena gobernante. Tampoco importa que en las encuestas el 95% de la ciudadanía la rechace y pide que se largue. Para ir a China no importa que seas una presidenta inepta y mequetrefe, que permanece en Palacio, protegida y manejada por un Congreso mafioso. Igualmente, no es impedimento que esté enjuiciada por corrupción y mentirosa.
Menciono esto a propósito del viaje que Dina Boluarte realizará a China del 23 al 30 de junio, gracias al permiso que le ha otorgado el Congreso. En esta comitiva, obviamente, irán también congresistas, empresarios y algunos allegados.
El presidente chino, Xi Jinping, ha invitado a Dina no porque le caiga simpática. Lo que sucede es que los chinos dentro de su política internacional buscan seguir expandiéndose por todos los confines del Mundo. Todo ello en el marco de la Cooperación de la Franja y la Ruta, bajo el concepto de la Comunidad de Futuro Compartido de la humanidad.
Xi Jinpin, nos visitará en noviembre de este año, precisamente, para inaugurar el megapuerto de Chancay, colosal obra que se construye con una inversión millonaria de China.
“Dina Boluarte no posee los pergaminos ni el liderazgo de una verdadera presidenta para dejar sentir su presencia en China. Más bien hará el papel de una simple figura decorativa y una turista que se sacó la lotería para conocer ese lejano país”
No nos olvidemos también que ese mismo mes, el Perú será sede del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico y al cual concurren 21 países, entre los cuales se encuentran China, Rusia y Estados Unidos. En este tradicional foro se trata sobre el fomento y los beneficios de las inversiones y del comercio.
Otro tema que se encuentra en los intereses de China y del Perú es la actualización del Tratado de Libre Comercio, que ya lleva más de diez años. Cabe resaltar que el 36% de las exportaciones del Perú va, justamente, a China
Desde luego que Dina Boluarte no posee los pergaminos ni el liderazgo de una verdadera presidenta para dejar sentir su presencia en China. Más bien hará el papel de una simple figura decorativa y una turista que se sacó la lotería para conocer ese lejano país.
Finalmente, qué podemos esperar de una presidenta que habla por hablar, como cuando en una ceremonia por el Día de la Bandera, dijo que ella como presidenta del Perú sigue el legado de Francisco Bolognesi. Horroroso.