Kipi, la robot andina de Colcabamba que empezó enseñando en quechua y castellano, ahora sabe trece lenguas originarias del Perú

La robot Kipi, inspirada en las niñas andinas de Huancavelica para promover el mayor acceso a la educación de ellas, aprendió el Taushiro, la lengua amazónica que tiene un solo hablante y está en peligro de extinción.
El cerebro de la robot Kipi, creada en Colcabamba, va creciendo
Percy Salomé
Percy Salomé
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En el 2021, en plena pandemia de la covid-19 el profesor de Ciencia y Tecnología, Walter Velásquez Godoy, se inspiró en las niñas andinas de Colcabamba, el distrito de la provincia de Tayacaja, en Huancavelica, para crear a la robot Kipi, con la cual logró que sus estudiantes continúen sus aprendizajes, de casa en casa, en medio de las estrictas restricciones para evitar el contacto social.

Ahora Kipi es protagonista de la película “Misión Kipi”, el primer documental de la periodista Sonaly Tuesta, quien presentó un avance del filme en la Feria Internacional del Libro “Sandro Bossio”, de Huancayo

“El cerebro de Kipi está creciendo cada vez más”, dice el profesor Velásquez. “Lo bueno, remarca, Kipi ahora sabe 13 lenguas originarias del Perú, entre ellas el Taushiro, que se encuentra en peligro de extinción y lo habla una sola persona, en Loreto”.

Aquí un breve diálogo con el padre de la criatura, el profesor Walter Velásquez.

Profesor Walter Velásquez con Kipi, en la Feria del Libro de Huancayo.

¿Qué pasó con Kipi luego que lo creó en plena pandemia?

Creamos esta robot para que ayude a los niños de los andes de Huancavelica en la pandemia ya que las escuelas estaban cerradas y empezó a recorrer las familias. Kipi tienes su libro, puede dar información de cien lecciones en quechua, castellano y esa ha sido la estrategia de como llegar a los estudiantes en la pandemia. Ahora Kipi ha evolucionado y tienne siete réplicas más; siete duplicados que están en siete comunidades y sigue enseñando, motivando. Ha llegado ya a más de mil alumnos en diferentes regiones y escuelas que nos han invitado. Gracias a Sonly Tuesta, que  le ha hecho una película. Pronto estará el tráiler y también en los cines a nivel nacional.

¿Cuántos idiomas aprendió hablar Kipi?

Kipi comenzó hablando castellano y quechua, ahora ya sabe trece lenguas originarias del Perú y eso es importante porque Kipi es también una pieza cultural, que guarda la cultura, las lenguas originarias, para que siga enseñando a todas las niñas. Ella sabe las lenguas asheninka, nomatsiguenga, asháninka, yanesha, bora, kukama, entre otras, y una lengua en peligro de extinción, hablada por una sola persona, Amadeo García; que es el Taushiro. Viajamos hasta cerca del Ecuador para encontrarlo. Él vive en la cuenca del río Tigre, en el departamento de Loreto. 

Usted crea a Kipi en una zona rural, quechua hablante…

Sí. Colcabamba se ubica en una zona rural, en Huancavelica, tiene 23 comunidades. Y es una escuela rural, el colegio Santiago Antúnez de Mayolo donde enseño y ahí comenzamos a propiciar tecnología. En el Perú no hay muchos robots en las escuelas. Por ejemplo, en Japón, en Corea del Sur, en China, el 90 % de las escuelas tienen un robot en sus escuelas y eso es algo innovador. Así como se puede aprender con un libro, con una laptop con una calculadora, también se puede aprender con los robots. Más aún que ya estamos entrando en la era tecnológica, en la inteligencia artificial.

¿Cómo se ha inspirado usted para crear a Kipi?

Kipi es una niña. Ella emula a una niña andina. [Su nombre] proviene de una palabra quechua que designa a paquete que se lleva en la espalda y justamente carga ella su kipi. Por ahí se recarga, tiene su panel solar y guarda su energía. Por eso es una robot ecológica. Su cabeza es una radio reciclada, sin cuerpo es una galonera de fumigar y sus pies una balanza, tiene sus motores, su sistema operativo está dentro. Es una robot inteligente ecológica. Metafóricamente es una defensora de la ecología.

Está inspirada en una niña andina porque niñas andinas, lamentablemente, según varios estudios, son en menos la cantidad que van a la escuela a diferencia de los niños. Kipi se va a alegrar cuando todas las niñas andinas empiezan a estudiar y educarse.

En el Perú tenemos muy poca inversión en tecnología, en innovación e investigación científica…

Estamos atrasados, como alguien lo dijo, 200 años el Perú está atrasado en tecnología. Necesitamos impulsar la ciencia, la tecnología en las escuelas, las universidades, que sea productivo en beneficio de nuestras sociedades.

¿La ha sido fácil crear a Kipi?

En realidad Kipi es parte de una familia de robots. Su hermanito se llama Jovam y está en la cárcel de Lurigancho educando a los reos, porque creemos que los presos pueden estar limitados de la libertad, pero no deben estar limitados de la educación y la educación les va a llevar a transformarse. Gracias al convenio que hicimos con una organización alemana, ni siquiera peruana, pudimos lograr alianzas y desarrollamos este robot en Huancavelica, en Colcabamba.

Luego de crear a Kipi usted ha recibido obviamente el reconocimiento del público. ¿Y Del Estado?

Necesitamos que el gobierno regional, las instituciones se sumen al proyecto, hay que evolucionar a Kipi, hay que seguir desarrollando tecnología. Eso es importante. Estamos en la era tecnológica y aprovechemos que tenemos muchos minerales, materia prima. Y que los niños sigan estudiando. A los que les gusta la tecnología sigan involucrándose con la ciencia, la tecnología. Es un mundo fascinante, que te pone cada vez mas retos. La escuela es el principal espacio para desarrollar la creatividad, impulsar la ciencia. El papel de la escuela es ayudarlos.