El cardenal Pedro Barreto Jimeno está viviendo sus últimos días en Huancayo, la ciudad de la cual fue su arzobispo por 19 años y seis meses; la ciudad más alegre pero a la cual no le agradó del todo que ni bien llegado, en el 2004, la autoridad religiosa haya impulsado una lucha por la salud ambiental, como el estudio de plomo en sangre en niños de La Oroya; pero festejó que el papa Francisco lo nombre cardenal de la Iglesia Católica, en 2018.
Tras haber cumplido los 80 años, el papa aceptó la renuncia de Pedro Barreto el pasado 12 de febrero. Ahora, el nuevo arzobispo Luis Alberto Huamán Camayo se apresta a la posesión de su cargo este lunes 18 de marzo.
“Si el nuevo arzobispo me invita con mucho gusto voy a estar aquí. Pero los primeros meses van a ser de distanciamiento físico, pero no espiritual de Huancayo”, dijo Barreto este viernes.
“Huancayo es reconocida como la ciudad más alegre del Perú; eso tienen que cuidarlo”, exhortó el cardenal y lanzó lo que podría ser su última exhortación como arzobispo de Huancayo a las autoridades políticas de la región: “A todos los que ejercen la autoridad delegada por el pueblo, servir, servir, no servirse del cargo”.
Parte de su proceso de despedida, Barreto dejó ingresar a su oficina a un grupo de periodistas y de colaboradores cercanos. Y les dijo, “llévense”, señalando los cuadros y recuerdos de sus viajes colgados en la pared de su despacho.
“Para Aurelio Ramírez y Yolanda Dionicio con mis fuertes deseos de salud y bienestar. Dios los bendiga y acompañe siempre”, escribió el cardenal detrás del cuadro que tomó una joven reportera: la foto perenniza un encuentro de Barreto con el entonces papa Benedicto XVI.
El párroco de Sapallanga, Enrique Campos Camasca, le dedicó una canción en quechua a Barreto Jimeno.
Madre dame tu bendición
para volver a mi casa
al recordarte voy a llorar por mis pecados
madre con Dios,
siempre con Dios
no me olvides,
en la muerte y en la vida
no me olvides, madre
Ambos religiosos se trenzaron en un abrazo. Barreto palmeó tres veces la espalda del párroco.
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