Cerca de 2 mil 300 pobladores de las comunidades aledañas a la represa de la central hidroeléctrica Cerro del Águila, en la provincia de Tayacaja, en Huancavelica, son afectados por mosquitos que pertenecen al tipo de insectos que transmiten la enfermedad conocida como la ‘ceguera de los ríos’, o la Oncocercosis, confirmó el biólogo Yeik Dávila Escudero, coordinador del Programa de Vigilancia Entomológica y Control Vectorial de la Dirección Regional de Salud de Huancavelica.
Dávila Escudero explicó a Huanca York Times que la presencia de estos mosquitos en las comunidades de Pichiu, Andaymarca y Suyllocc-Quintao, en el distrito de Andaymarca, conocidos como simulidos, ha sido confirmada por el Instituto Nacional de Salud (INS), que a su vez analizó las muestras recogidas por la Diresa Huancavelica.
En su plataforma web, la Organización Mundial de la Salud (OMS), describe a la oncocercosis, una enfermedad presente principalmente en África, como una afección de la piel y los ojos, cuyos síntomas son provocados por las microfilarias [parásitos en edad temprana], que se desplazan por el cuerpo humano, en el tejido subcutáneo y desencadenan respuestas inflamatorias intensas cuando mueren. Incluso pueden causar ceguera.
Pero, dice el biólogo Yeik Dávila, “felizmente no hemos encontrado la incidencia de esta enfermedad o parásito presente en estos mosquitos” en las comunidades afectadas de Andaymarca. “Felizmente, subraya, las condiciones climatológicas de la zona no se prestan para el desarrollo biológico de este parásito en el mosquito, por ende no hay incidencia”.
Si embargo, Dávila admite que la proliferación de estas moscas en estos centros poblados, que pican, enrojecen la piel y causan escozor en la zona afectada, se ha convertido en un problema de salud pública que debe ser atendido, con la eliminación o la reducción de la población de estos insectos, que también atacan a los animales.
El origen de problema
Yeik Dávila es uno de los funcionarios que participó en la mesa de diálogo realizada el miércoles 19 de octubre, en la comunidad de Pichiu, del distrito de Andaymarca, en Tayacaja, con representantes de varios sectores, también de la empresa Kallpa Generación (administradora de la central hidroeléctrica Cerro de Águila) y comuneros afectados.
En alrededor de cuatro horas de diálogo, ningún funcionario público o privado respondió a la pregunta clave: ¿Qué origina la proliferación de estas moscas?
Los comuneros, quechuahablantes, tienen una certeza basada en la línea de tiempo de su experiencia de vida que coincide con el embalse de las aguas de la represa para la generación de energía eléctrica de la central hidroeléctrica Cerro del Águila: Las moscas aparecieron hace cinco o seis años.
Ellos muestran sus manos, cuellos y pies, las partes expuestas de sus cuerpos, con las huellas de las picaduras de los mosquitos. Antes del embalse de las aguas del río Mantaro, no habían estas moscas, señalan.
Daños en los animales
En el caso del daño a los animales, el director ejecutivo del Servicio de Sanidad Agraria (Senasa), de Huancavelica, Dennys Meza Cornejo, afirmó: “Sí hemos encontrado lesiones y daños, enrojecimiento a razón de las picaduras que generan estos insectos en los animales, el ganado”.
En cambio, dijo, en los cultivos no hay evidencia de daños asociados a la presencia de estos mosquitos.
El acuerdo: promover una investigación científica
Al final de la reunión, el acuerdo fue la formación de un comité multisectorial y nueva reunión, el 11 de noviembre, para ver cómo se llevará adelante una investigación que esclarezca la causa de la proliferación de los mosquitos y la forma de controlarlo.
Ojalá.