La comunidad campesina de Huachocolpa, en el distrito del mismo nombre, en Huancavelica, recolectó 22.675 kilos de fibra de vicuña, en el tradicional chaccu y esquila, realizado el 21 de agosto, con presentaciones danza de las tijeras, reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde el 2010.
Hace 20 años, en el 2004, esta comunidad comenzó a poblar sus tierras con ejemplares de vicuñas traídas de la reserva nacional Pampa Galeras “Bárbara d’Achille”, ubicada en la zona alta de Lucanas, en Ayacucho.
Hoy, Huachocolpa destina 4 mil 500 hectáreas para las vicuñas, la especie de camélidos sudamericanos que viven en silvestría y en semisilvestría (o semicautiverio), explica James Quispe Mendoza, responsable en Huancavelica de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre del Serfor.
Para lograr esa cantidad de fibra, muy de madrugada, los comuneros subieron a las montañas a ‘capturar’ las vicuñas y reunirlas en el paraje Huanacopampa, a 4,600 metros sobre el nivel del mar. Allí lograron reunir a 722 vicuñas, pero de ellas solo 133 fueron esquiladas, es decir, el 18% de los animales reunidos.
Los demás fueron liberados por distintas razones: aún no alcanzan la edad para la esquila, el vellón de su fibra no alcanza la dimensión mínima necesaria para la esquila (2 c.m.) o los animales tienen alguna enfermedad.
Tras la esquila, los comuneros retiran algunas impurezas de la fibra y las guardan para venderlas a la empresa acopiadora Loro Piana, ubicada en Arequipa, o a otra. El precio de la fibra se cotiza a 310 dólares el kilo.
“Mientras el animal esté bien, va a tener buena cantidad y calidad de fibra. Si el animal está estresado, va a tener dificultades en la producción de fibra”, dice James Quispe, especialista del Serfor, la entidad que proyecta una población de 2500 vicuñas en esta comunidad.
Incluso, recuerda, en 2022 se reportó sobrepoblamiento de vicuñas y para manejarlo, trasladaron a un grupo de animales a otras comunidades que también quieren convertirse en vicuñeras.
“Un área de mil hectáreas con buena calidad de Pasto, tiene una capacidad para albergar a mil vicuñas, o sea, una hectárea para cada animal. Pero si el pasto es malo, o se reduce, la capacidad de carga es de 4 hectáreas por una Vicuña”, explica Quispe Mendoza.
Este año, las condiciones del clima mejoraron y hay muchas crías. El año pasado, en cambio, muchos ejemplares murieron por la sequía que afectó a la sierra central y sur del país.
Todo depende del ambiente.