Escribe: Jorge Ponce C. [Periodista]
En el voto de confianza dado por el Congreso al Gabinete Vásquez, indudablemente hubo dos derrotados: La ultraderecha fujimorista y la facción minoritaria cerronista dentro de Perú Libre.
Los cerronistas, el haber votado junto con el fujimorismo, es un acto sumamente grave desde el punto de vista político, por un partido que dice ser de izquierda y socialista.
Pero, la diferencia en esta negativa de otorgar la confianza, es que mientras que el fujimorismo y sus aliados de Renovación Popular (RP) y Avanza País (AvP) votaban en función a su estrategia de boicotear al gobierno buscando su fracaso y caída; el cerronismo lo hacía por venganza política, luego de haber perdido toda influencia dentro del Poder Ejecutivo, influencia que dicho sea de paso siempre fue nociva.
La centro derecha del Congreso fue más sensata y reflexiva, y con sus votos inclinaron la balanza para evitar que los extremos, el fujimorismo y el cerronismo, se salgan con la suya en sus intenciones de traerse abajo al Gabinete Vásquez.
Aunque la facción cerronista lo niegue, lo cierto es que el cerronismo ya pasó al bando de la oposición recalcitrante al gobierno de Castillo, aunque su peso político dentro del Congreso ha quedado reducido a 16 congresistas.
Hoy, el gobierno del profesor Pedro Castillo ya sabe en quiénes confiar y cuál es su real y leal respaldo político dentro del Congreso. Estos suman en el mejor de los casos un total de 26 congresistas, 21 del bloque castillista, que probablemente se separe de Perú Libre y formen una nueva bancada, más los cinco congresistas de Juntos por el Perú.
Hoy, se hace más evidente que el único camino que tiene Pedro Castillo para salvar su gobierno y colmar la aspiración de los millones de peruanos que votaron por él, es gobernar apoyándose en la nueva Izquierda, como son Nuevo Perú, el Frente Amplio y Juntos por el Perú.
Estas agrupaciones poseen cuadros políticos competentes y con solvencia moral, que pueden ayudar a que el presidente Castillo gobierne y cumpla con el plan de gobierno que propuso en la campaña electoral de la segunda vuelta. Mirtha Vásquez, Pedro Francke y Hernando Zevallos son algunos de los cuadros y rostros visibles de esa nueva Izquierda, que deberá asumir más protagonismo en el gobierno de Pedro Castillo.
Después de su fracaso y al constatar su orfandad política de haberse quedado con solo 16 congresistas y sin mayor peso político en el Congreso, no sería nada raro que el cerronismo busque mantener a regañadientes “la unidad” con el sector castillista, a menos que los castillistas decidan formar su propia bancada con otro nombre.