Ofelia Luya, periodista y poeta huancaína: Mi poesía es lucha contra la violencia de género

Ofelia Luya, poeta y periodista huancaína, utiliza la poesía como herramienta de lucha contra la violencia de género. Con dos libros publicados, su obra denuncia la opresión y promueve el empoderamiento femenino. Su voz es un llamado a la reflexión y acción por la igualdad.
Periodista y poeta Ofelia Luya Zanabria
Percy Salomé
Percy Salomé
psalome2003@gmail.com
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Con diez años de experiencia en el periodismo, Ofelia Luya Zanabria, originaria de Yanayana, en el distrito de Chicche, Huancayo, ha publicado dos libros de poesía: “Emociones de mujer” y “La vida en versos”. En ellos manifiesta su protesta contra las injusticias sociales, especialmente las que afectan a las mujeres.  Además de la poesía, está incursionando en la escritura de cuentos, que abordan a la mujer en la construcción de la sociedad.

“Siempre que escribo, pienso en este flagelo de la violencia contra la mujer. No voy a dejar ese tema porque es algo en lo que necesitamos trabajar mucho para sembrar conciencia en la sociedad”, dice Ofelia. Nos encontramos en la Plaza de la Constitución de Huancayo y aquí el breve diálogo con ella.  

 

¿Por qué decides enfocarte en la violencia de género y la opresión hacia la mujer en tu obra?

Hasta que no haya una sociedad donde no se vea a la mujer como un cuerpo para satisfacer el deseo sexual de los hombres, o mientras sigan viendo a la mujer como la persona responsable exclusiva del cuidado del hogar y la familia, voy a seguir escribiendo. Mientras exista ese pensamiento, seguiré enfocando ese tipo de maltratos, violencia y opresión. Esta opresión no nos deja desarrollarnos con libertad, profesional ni económicamente. Nosotras no tenemos la misma libertad que los hombres para agarrar una mochila e irnos a trabajar, a superarnos o a emprender. Siempre está la carga familiar: los hijos, los abuelos, los padres. Si una mujer sale, es criticada, tildada de mala.

¿Hay avances en la lucha por los derechos de las mujeres?

Sí. Veo con optimismo a mujeres empoderadas, profesionales. Las redes sociales nos están enseñando mucho y enfocando en la figura de la mujer empoderada en comparación con la década de los 60 o 70; incluso con la vida de mi madre y mis abuelos. Pero necesitamos seguir en la lucha, no podemos bajar la guardia.

¿Cómo observas situación política en Perú, especialmente con la llegada de Dina Boluarte a la presidencia?

La llegada de Dina Boluarte a la presidencia fue accidental, después de la salida de Pedro Castillo. Aunque yo estaba contenta de que por fin una mujer fuese presidenta, pero ella misma no está demostrando capacidad de decisión que debería tener. Es triste y decepcionante. Da la impresión de que el país está siendo gobernado por grupos de poder clandestinos.

¿Tienen las mujeres las mismas oportunidades que los hombres en la política peruana?

Definitivamente no. En Junín, por ejemplo, no hay mujeres visibles en puestos de liderazgo; solo hay hombres. Vivimos en una sociedad patriarcal que no quiere romper esa regla. Desde nuestros hogares, se prioriza la opinión del varón sobre la de la hija. Las madres suelen hacer más caso a lo que opina su hijo varón que a lo que dice su hija mujer. ¿Qué podemos esperar de los líderes políticos? Las mujeres somos más humanas para gobernar porque pensamos como madres, como hermanas, con un sentimiento más completo para enfocar los sectores. Pero los grupos políticos no quieren incluir a las mujeres porque nadie quiere cambiar lo que funciona para ellos: la mujer en su casa y el varón fuera, trabajando y haciendo dinero. Eso no nos tiene cómodas a nosotras. Queremos ser líderes, queremos gobernar, pero nadie quiere romper eso.

Para ti, ¿la poesía es un mecanismo de lucha social?

Sí, la poesía es una herramienta poderosa. Antes no lo veía así; yo solo hacía periodismo y me gustaba escribir. Pero ahora, con mi segundo libro, he visto que es una manera de protestar contra todo tipo de lacras sociales. En Estados Unidos, por ejemplo, los círculos de poetas usan la poesía como forma de protesta. Yo no pienso dejar de escribir ni de hacer literatura, y siempre será defendiendo a los sectores vulnerables.

Además de la poesía, ¿has incursionado en otros géneros literarios?

Sí, estoy escribiendo cuentos ahora, siempre enfocándome en el trabajo de la mujer para construir la sociedad. También tengo muchas anécdotas como periodista que podrían convertirse en una novela de ficción, mostrando la realidad de Huancayo en los años del terrorismo. Quiero contribuir con la sociedad y la literatura, mostrando cómo era el Perú antes de los 90, antes del shock económico.

¿Qué mensaje quieres transmitir con tu obra?

Quiero contribuir a la sociedad, a la literatura y a los jóvenes. Cómo las mujeres siempre han sido grandes luchadoras contra el hambre y la pobreza. También quiero darle un poco de alegría a la literatura en mis siguientes libros, sin dejar de lado la denuncia social.

Para cerrar, ¿podrías leernos un poema?

Claro, voy a leer “Poseer”:
¿Qué te causa su cuerpo? ¿Qué a fuerza quieres poseerlo?
¿Qué te causa su ser de mujer para a golpes tomarla?
¿Qué te causa su rechazo para quitarle la respiración?
¿Qué te causa su cuerpo y asiente para sin piedad enterrarla?
¿Qué te causa tu inconsciencia para dibujarle una sonrisa angelical?