Terminaron las Olimpiadas de París 2024 consagrando como ganadores absolutos a dos superpotencias: Estados Unidos de Norteamérica y China. Ambas con 40 medallas de oro.
Más abajo están Japón y Australia con 20 y 18 medallas de oro, respectivamente.
La otra potencia, la Federación de Rusia fue impedida de participar por un Comité Olímpico Internacional vasallo, que siguiendo los dictados de los Estados Unidos lo vetó por la guerra con Ucrania.
En Latinoamérica, Brasil se colocó como el mejor con 20 medallas (3 de oro). Cuba 9 (2 de oro). Ecuador 5 (1 de oro), Argentina 3 (1 de oro), Chile 2 (1 de oro). México 5 (plata y bronce) y Colombia 4 medallas (plata y bronce).
El Perú quedó en el puesto 84, con una medalla de bronce y cinco diplomas. No está mal para un país en profunda crisis económica, política y moral, corroída por la corrupción y la inseguridad. Además, el deporte está considerado como la quinta rueda del coche por parte del Estado. Ni siquiera zapatillas puede comprarles a nuestros atletas.
Tanto así que la fondista cusqueña María Luz Andía, tras haber culminado su destacada participación en París, denunció el nulo apoyo del IPD. Y en el colmo de la desfachatez, todavía le piden que devuelva pasajes, cuando llevan a París a la excongresista fujimorista, Leyla Chihuán, dizque de asesora, todo pagado y con sueldo encima.
El Estado gasta tanta plata como en la sinvergüencería de los congresistas que se pasean orondos por el Mundo.
El atleta César Rodríguez se queja porque no le dan una adecuada recategorización. María Luz Andía, por su parte, refiere que a pesar de que hizo marca olímpica nunca le pagaron como un año y encima le privan de apoyo. “Cuando llegas a alto nivel solo unas zapatillas cuesta de 1,500 a 2 mil soles”, añade.
El excongresista y deportista calificado, Daniel Abugattas, sostiene que no hay una política de Estado que promueva el deporte en los colegios y universidades.
