“Son el olfato que no tenemos para detección, el oído que ya quisiéramos para la localización de una persona desaparecida, son la velocidad que nos falta para dar alcance al criminal en fuga, son los dientes que suavizan al malhechor más rudo”.
Wolf es un perro de raza pastor belga malinois que fue donado hace dos años. La Policía lo preparó en la detección de narcóticos y otras intervenciones y hoy ha vuelto a las calles para salvaguardar el orden público y combatir la delincuencia en todas sus modalidades.
El can, que participó en el registro de una camioneta con más de 100 kilos de alcaloide de cocaína, en abril del 2021, en la ruta Huancayo – Huancavelica, está ahora a la caza de los delincuentes.
Tienes tres años. Le pusieron el nombre de Lobo, en inglés, por su apariencia a dicho mamífero.
A su cualidad de inteligente, se suma su rapidez para derribos inesperados, refiere el agente a cargo de Wolf, de la Policía Canina de Huancayo.
Entrena de tres a cuatro horas diarias y luego sale a patrullar por las calles céntricas junto a otros perros, Laska, Siolny, Guasón, Duque, Body, Loky.
“Wolf es uno de los canes más preparados que tenemos en la institución. Tiene dos especialidades: en detección de narcóticos e intervenciones operativas K9”, dijo su guía.
“Su jornada de trabajo es casi de 24 horas con la práctica de ejercicios alta y muy alta. Parece que no va a descansar hasta ser un perro héroe”, comenta el agente.