En las últimas semanas, cientos de migrantes extranjeros, en su mayoría venezolanos, se introdujeron irregularmente a Chile. Pero el gobierno chileno, “ni corto ni perezoso”, decidió arrinconarlos hacia la frontera con Perú para empujarlos, ilegalmente, a nuestro país. Es decir, deshacerse ellos del bulto y pasárnoslo a nosotros.
Actualmente, el Perú alberga a un millón y medio de venezolanos con todas las consecuencias que conocemos (delincuencia altamente peligrosa, mendigos y un porcentaje que trabaja honradamente). Sobre el tema hagamos un poco de historia.
La migración venezolana al Perú se inicia allá por el año 2017. Pero es en el 2018 cuando llegan al Perú de manera masiva.
Todos recordamos el 5 de marzo del 2018 cuando el presidente PPK ordenó abrir de par en par las puertas de nuestra frontera norte con el Ecuador, permitiendo el ingreso de millones de venezolanos. En esa fecha PPK declaró textualmente y sin escrúpulos: “Ciudadanos venezolanos sean ustedes bienvenidos y vengan al Perú, porque aquí les daremos trabajo y ganarán sueldos de acuerdo a ley”. Palabras que han quedado grabadas como una ignominia contra nuestra patria.
“La migración de los más de tres millones de peruanos que dejaron el país en los últimos decenios del siglo pasado se dio y se sigue dando, porque los sucesivos gobiernos no ofrecían a nuestros jóvenes un mejor futuro y por eso prefirieron irse”
En esos años ningún país de América Latina, salvo Colombia, permitió el ingreso masivo de migrantes venezolanos. En Chile no pasaron de 50 mil. Solo Brasil recibió a cerca de 100 mil y no más.
Debemos precisar que las migraciones de gente hacia otros países siempre se han dado en todo el Mundo a lo largo de la historia. Siendo la causa más importante en la época moderna la búsqueda de oportunidades laborales. Ya sea por el desempleo, o por una mejor remuneración o por mejores contratos y condiciones de trabajo. Sin embargo, el trasfondo del fenómeno migratorio es de carácter político y en su agudización los responsables son los gobiernos de turno.
Por ejemplo, en la migración de los más de tres millones de peruanos que dejaron el país en los últimos decenios del siglo pasado se dio y se sigue dando, porque los sucesivos gobiernos neoliberales que hemos tenido no les ofrecían a nuestros jóvenes un mejor futuro y por eso prefirieron irse del país.
En el caso de los venezolanos que llegaron al Perú la situación es más compleja, pues la revolución bolivariana que inició Hugo Chávez jamás fue del agrado de la política imperial de los Estados Unidos, por lo que decidió por todos los medios traerse abajo al régimen chavista, entre ellos imponiendo el bloqueo económico (nadie le compra ni vende nada a Venezuela), agravando así los problemas sociales en el país llanero y que desembocaron en una explosión migratoria.
Desgraciadamente el Perú fue el país más perjudicado con la irrupción venezolana, gracias a PPK que así quiso satisfacer a su “amo estadounidense”.