El 9 de marzo de 2017, un taxista fue secuestrado, golpeado y encerrado en la maletera de su propio vehículo por más de cinco horas. Dos de los cinco agresores, los hermanos Nilton Aldahir (20) y Alexander Nelson Zevallos Pachau (19), fueron condenados por robo agravado. Hoy, Nilton, identificado como quien coordinó el atraco, tendría una relación sentimental con la congresista Kelly Portalatino, registra visitas frecuentes al Parlamento, trabajó como encargado de seguridad de un local del partido Perú Libre en Lima y está afiliado a este mismo partido.
El secuestro
A las 21.30 horas, el taxista circulaba por la avenida Huancavelica con el jirón Piura, en Huancayo, cuando cuatro jóvenes hicieron señas para abordar su vehículo. El destino inicial era el prostíbulo “Las Cucardas”, en Pilcomayo. El conductor no sabía que sería víctima de un asalto.
Los falsos pasajeros eran los hermanos Nilton Aldahir y Alexander Nelson (este último soldado del Ejército) acompañados de tres cómplices más, dos de ellos también militares. Según la acusación fiscal a la que tuvo acceso este medio, el viaje empezó como cualquier otro, pero al llegar al primer punto, Nilton, desde el asiento del copiloto, modificó el plan, “Acá ya estuvimos y acá no pasa nada, llévanos a otro lugar”, le dijo al taxista. El nuevo destino sería otro prostíbulo más discreto, “La Cabaña”, cerca de donde iban inicialmente.

Fue la señal. En ese momento, Alexander Nelson, sentado atrás a la izquierda, “sin mediar palabra, agarró al conductor del cuello con ambas manos y lo jaló hacia atrás para inmovilizarlo”, según consta en el documento fiscal. Simultáneamente, uno de los cómplices lo apuntó en la cabeza con un arma adquirida por Nilton.
La víctima fue golpeada, sus manos atadas con una franela verde y sus pies con pasadores. Luego lo arrastraron hacia la maletera del vehículo. Durante el trayecto escuchó a uno de sus agresores decir, “Tenemos que deshacernos de este hue… tenemos que matarlo”.

Nilton Aldahir, identificado por la fiscalía como “coordinador del grupo”, fue quien introdujo físicamente al conductor en la maletera. Mientras tanto, otro cómplice manejaba un segundo vehículo (de seguridad), los restantes ayudaron a subir a la víctima.
Detención a balazos
A las 02.00 horas del 10 de marzo, la Policía de Carreteras intervino ambos autos cuando circulaban de manera sospechosa por el puente Matachico, en la carretera Central (tramo Jauja a La Oroya). Los agentes escucharon golpes y gritos de auxilio desde la maletera.
“Me percaté de la voz de auxilio y de los golpes. Efectué dos disparos disuasivos con el fusil”, declaró uno de los policías.
Los cinco jóvenes fueron detenidos en flagrancia. El examen médico legal acreditó lesiones en el cuero cabelludo, muñecas y manos del taxista.
Sentencia
La fiscal de Jauja, Ninoska Clara Minaya Zoricich, logró una sentencia de 12 años y dos meses para los implicados. Nilton Aldahir se acogió a la terminación anticipada.
Al momento del secuestro, Nilton era alumno de la escuela de suboficiales de la Policía Nacional de Pilcomayo. Ya registraba antecedentes disciplinarios y episodios de violencia.
Antecedentes
Huaycán, 17 de febrero de 2017.
Veinte días antes del secuestro, el 17 de febrero de 2017, Nilton y su hermano Alexander fueron intervenidos por agredir a un adolescente de 14 años en Huaycán. Nilton, estudiante de la Escuela PNP de Huancayo, no contaba con permiso para estar fuera de su centro de formación, presentaba signos de ebriedad y mantuvo una actitud desafiante ante la policía.
Pilcomayo, abril de 2016.
Un año antes, en abril de 2016, Nilton tuvo otro incidente en la misma escuela de Pilcomayo. Según documentación interna, el alumno PNP agredió a un compañero con un cabezazo en la ceja izquierda y un puñetazo en la mejilla, en presencia de los integrantes del dormitorio N° 04 del II Batallón. El motivo, la presunta sustracción de un blasón de promoción.
Libertad condicional
El 15 de marzo de 2024, el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Jauja le concedió libertad condicional tras casi siete años internado en el penal, valorando su “alto grado de readaptación”. Había culminado estudios secundarios y talleres de oficio. El Ministerio Público cuestionó si esa resocialización fuera sostenible fuera del penal.
Del penal a Perú Libre
Este caso cobró notoriedad cuando el programa periodístico Panorama reveló que Nilton Zevallos, registra visitas reiteradas al Congreso de la República en julio y agosto de 2024 como invitado del despacho de la congresista Kelly Portalatino, de Perú Libre. La legisladora, con quien mantendría una relación sentimental, ha defendido su derecho a reinsertarse, calificando sus antecedentes como “errores de juventud”.
Según consta en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP), Nilton Zevallos tiene filiación al partido Perú Libre desde setiembre de 2024. Además, trabajó como encargado de seguridad del local del partido en el distrito de Breña, información que cobra relevancia ante una denuncia por usurpación de inmueble.

“Encargado de seguridad”
El 7 de octubre de 2023, la familia García Klinge denunció ante la Policía Nacional la presunta ocupación ilegal de su propiedad en la avenida Brasil, distrito de Breña. Según la denuncia, los propietarios José Alfredo Germán García Klinge (74), María Bertha del Socorro Santa María Silva de García (70) y su hijo Rodrigo Alfredo García Santa María (46) descubrieron que su inmueble había sido ocupado y modificado sin autorización.
Al lugar se constituyó la policía, donde fueron recibidos por Luis Alexander Dávila Guerrero (42), quien se identificó como abogado de Perú Libre, y por Nilton Aldahir quien se presentó como “encargado de seguridad” de la misma organización política.

Los efectivos constataron la instalación de nuevas cerraduras, puertas y rejas de seguridad, refacción de paredes, columnas y construcción de un marco de puerta en cemento que conecta el primero y segundo piso. Los denunciantes calificaron los hechos como usurpación contra el patrimonio.
La congresista Portalatino ha defendido que Nilton “pagó su deuda con la sociedad” y merece una nueva oportunidad. Sin embargo, la fiscalía que investigó el secuestro en 2017 argumentó que la gravedad del delito ameritaba que cumpliera su condena completa, considerándolo un riesgo para la sociedad debido a los altos índices de criminalidad que azotan al país.

