Un hombre de 62 años, natural de Huancavelica, fue capturado la madrugada del miércoles 1 de octubre mientras manipulaba la cerradura de una vivienda en la urbanización San Antonio, en la esquina de la avenida Carmen del Solar con el jirón San Juan. Los vecinos ya lo habían visto rondar. Las cámaras también. Cuando los agentes lo revisaron, llevaba guantes negros, un destornillador, trozos de botella plástica cortados en forma de ganzúa. Trató de entrar sin llave, sin ruido, sin huellas. Como siempre.
No es la primera vez. Se trata de Víctor Izarra Castro, de 62 años, con seis procesos abiertos por hurto agravado en Huancayo. En todos los casos, la respuesta judicial fue la misma, comparecencia simple o reglas de conducta. No una condena. Por eso seguía.
Esta vez, el dueño de la casa reconoció el modus operandi: “Ya me robaron antes. Igual. Sin forzar, sin dejar rastro“, dijo ante la policía y el Serenazgo, que acudieron al llamado.
En la comisaría de Huancayo consta que, en una detención anterior, admitió que vendía lo que robaba. En julio de 2023 fue sorprendido dentro de una farmacia de la avenida José Carlos Mariátegui, en El Tambo, junto a dos cómplices. Trataban de llevarse costales con medicamentos por valor de 15 mil soles. Él abrió la puerta, su especialidad. Los tres ya tenían antecedentes.
Ahora, la Cuarta Fiscalía Penal Corporativa de Huancayo solicitará prisión preventiva. Porque no basta con solo firmar. Las víctimas están hartas de que siga delinquiendo.