Julio César Llallico, el cuestionado alcalde de El Tambo, cuya vacancia fue aprobada este lunes en el Consejo Municipal de ese distrito por 8 votos favor, sostuvo que su destitución fue promovido por regidores que tienen apetito de poder, y para lograrlo, no les ha importado el lado humano de sus decisiones.
“Esta vacancia es con las ganas de querer pretender el apetito del poder sin interesarle pisar por encima de la persona humana”, dijo Llallico, quien seguirá ejerciendo sus funciones de alcalde hasta que el Jurado Nacional de Elecciones resuelva en última instancia si es apartado de su puesto.
Sin embargo, la decisión del Consejo Municipal marca el inicio del proceso de destitución del burgomaestre, que debe ser validada por el JNE. De acuerdo con especialistas, como el abogado Jorge Luis Olivera, el ente electoral puede demorarse en tomar su decisión hasta enero del 2026.
En tanto, Julio César Llallico dijo que demandará a los regidores que votaron por su vacancia. “También vamos a cuestionar públicamente y voy a hacer la demanda que corresponde porque esto es una calumnia, una batalla del cual quieren valerse para sacarme del puesto”, alegó la autoridad, quien dijo que la familia Llallico tiene dos “troncos”, que se distancian y por ello no cometió nepotismo con la contratación de la esposa de Eslider Alexander Guidotti Llallico.
“No hay ningún tronco de afinidad con quien se me imputa que hayamos contratado a un sobrino. Lamentablemente, [hicieron] oídos sordos”, dijo.
Recordemos que en dos ocasiones anteriores, pedidos de vacancia contra Llallico no prosperaron porque no se alcanzaba la votación necesaria.
Julio César Llallico enfrenta diversos cuestionamientos, entre ellos la demora en el pago de proveedores, una de las cuales se mantiene en huelga en el ingreso de la puerta del edificio municipal.
Asimismo, la demora en resolver el recojo de los residuos sólidos, que nuevamente proliferan en la vía pública. Prometió la compra de 8 camiones recolectores para agosto del 2025, pero el proceso fracasó.
