Comerciante de materiales reciclados lo pierde todo por segunda vez en incendio de El Tambo

La falta de agua y la informalidad del local complicaron la respuesta de los bomberos para sofocar el incendio que, avivado por gran cantidad de materiales combustibles, dejó en cenizas el almacén reciclaje en la esquina de Ferrocarril y Trujillo.
Almacén de materiales reciclados quedó reducida a cenizas en El Tambo.
Percy Salomé
Percy Salomé
psalome2003@gmail.com
Share on facebook
Share on whatsapp
Share on twitter

El negocio de la comerciante Sara Callupe y su familia sufrió un segundo golpe este 28 de julio: los materiales reciclados que ella vende quedaron reducidos a cenizas en el dantesco incendio registrado en El Tambo. El antiguo local de material rústico entre las avenidas Ferrocarril y Trujillo, que hace años albergó a un colegio privado y hasta una academia preuniversitaria, funcionaba como el almacén de productos repotenciados.

“Por segunda vez me afecta un incendio. He trabajado en este negocio 32 años desde que me casé. Hace un tiempo, se quemó todo en un incendio en Azapampa. La verdad, recién me estaba recuperando. Salí al mercado hacer mis compras y para regresar ya estaba quemándose”, contó.

Aquella primera vez, la chispa de un cuetecillo en las primeras horas del 1 de enero del 2024, prendió el fuego que consumió todo el almacén donde guardaba materiales reciclados y que los vendía en la feria de productos repotenciados, los domingos. 

Ahora, un año y medio después, aún se desconoce el origen del incendio en El Tambo, pero los bomberos tienen la hipótesis de que un cortocircuito lo haya causado, porque por allí cerca pasan los cables aéreos de energía eléctrica de alta tensión y las de baja tensión, los que sirven para alimentar con energía a las viviendas. Incluso el cemento de un poste se fundió con el calor del fuego que era empujado por los vientos hacia la prolongación Trujillo.

Un poste de cemento se fundió y se dobló en por efecto del calor del fuego

En el predio rústico, de aproximadamente mil metros cuadrados, funcionaba también una tapicería y una cochera para vehículos. 

La gran cantidad materiales combustibles, como plásticos, pinturas, nylon, muebles de segunda mano, latas de pintura y la madera vieja del techo, avivaron el fuego que rápidamente devoró lo que allí había. Encima, la grave escasez de agua complicaron las labores de los bomberos, quienes tardaron cerca de cuatro horas en controlar las llamas.

Kid Zaforas, comandante del Cuerpo de Bomberos de Huancayo, relató cuatro unidades de bomberos, con unos 50 hombres de rojo, intervinieron.

“Al inicio nos faltó agua, ya que las cisternas estaban desabastecidas. Tuvimos que esperar a que se reabastecieran”, señaló. Incluso usaron una piscina armable para juntar agua. Zaforas destacó la ausencia de hidrantes cerca del lugar; los más próximos están a más de 10 cuadras y sin mantenimiento. “Hemos hecho llamados en otros incendios para que se mantengan los hidrantes, pero no se ha dado el caso”, lamentó.

Los vecinos también ayudaron con baldes y mangueras. Luego, arribaron cisternas de varias entidades públicas.

Almacén quedó reducido a fierros retorcidos y cenizas.

Producto del calor, la pared contiguas de una vivienda de material noble sufrió fisuras y dilataciones de los fierros de las columnas.

Jhon Asto Mercado, gerente de Defensa Civil de El Tambo, confirmó que el establecimiento operaba informalmente, sin certificado de Inspección Técnica de Seguridad en Edificaciones (IITSE) ni licencia de funcionamiento. “No se había realizado una inspección porque no hicieron el trámite correspondiente”, explicó. 

En tanto, la familia Castillo Callupe tendrá que levantarse de las cenizas, otra vez. Las paredes rústicas del predio afectado serán derrumbadas, probablemente, por lo débiles que quedaron, y darán paso a que una parte de la prolongación Trujillo sea pavimentada. el inmueble los impedía.