La mandataria Dina Boluarte viajó el 25 de febrero a su natal Chalhuanca (Apurímac) y colocó la primera piedra para la construcción del nuevo establecimiento hospitalario de EsSalud. Un documento interno de junio alerta que la ejecución de la obra presenta reiterados retrasos. En buena cuenta, en la actualidad, la obra se encuentra prácticamente paralizada.
“Hemos colocado hoy la primera piedra para tener un hospital de calidad para los asegurados de EsSalud que son los trabajadores, pero también, seguramente en convenio con el Ministerio de Salud (Minsa), estará acá atendiéndose la población de todo Aymaraes”, comentó Boluarte, en su discurso de febrero.
El proyecto de inversión del mejoramiento y ampliación del centro de atención II Chalhuanca supone una inversión de 74 millones de soles. La obra está proyectada para beneficiar a más de once mil asegurados. Boluarte adelantó que la obra contaría con once consultorios y áreas especializadas. “Me preocupa y me interesa la salud de mi pueblo”, subrayó.
Reiterados retrasos
Una ayuda memoria del 13 de junio da cuenta de una serie de incidencias que han ido motivando el reiterado retraso en la ejecución física. La obra está a cargo del Consorcio Elohim Chalhuanca. La supervisión está bajo la responsabilidad del Consorcio Salud Chalhuanca.
A inicios de marzo se presentó un primer reporte sobre la renuncia del inspector de la obra por razones de salud y esto causó el primer bloqueo, con la suspensión del plazo contractual.
Superado el incidente, EsSalud comunicó el 1 de abril el reinicio del plazo contractual al Consorcio Elohim Chalhuanca. Sin embargo, sobre la marcha, hubo procesos de actualización de los expedientes que dieron lugar a una segunda suspensión del plazo.
La ayuda memoria también da cuenta de inconvenientes para la firma del fideicomiso. Esto debido a que la contratista solicitaba excluir una cláusula. Desde EsSalud hubo demoras en tomar una decisión. Todo esto generó retrasos para la adquisición de materiales.
Solo movimientos de tierra
Los inconvenientes reportados han generado que, en la práctica, el personal de la obra no pueda hacer mayores trabajos, por falta de materiales. Imágenes incluidas en el documento de la ayuda memoria solo dan cuenta de trabajos de movimiento de tierras.
Según fuentes vinculadas con este proyecto de inversión, en la actualidad solo hay un maestro de obra y seis peones. Y no hay supervisores.