Por segunda vez, el Pleno del Congreso rechazó autorizarle a Dina Boluarte a salir del país. Esta vez, con 45 votos en contra, 40 a favor y una abstención, el Parlamento negó la autorización para que la mandataria viaje al Vaticano y asista al funeral del papa Francisco.
En una anterior ocasión, en setiembre del 2024, el Parlamento le negó a Boluarte que acuda a la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
La jefa de Estado había pedido permiso para salir del país, del 24 al 28 de abril este 2025, y pueda asistir al funeral del papa Francisco, fallecido a los 88 años de edad. La decisión de negarle el permiso se tomó en una sesión plenaria semipresencial, convocada de urgencia, ya que la mayoría de los congresistas se encuentra en semana de representación.
El debate breve, con solo tres intervenciones, estuvo marcado por duras críticas a Boluarte. El congresista Diego Bazán (de Renovación Popular) calificó la solicitud como un “capricho” y expresó su indignación por tener que interrumpir las labores regionales para atender el pedido. “La presidenta debería dedicarse a la crisis de inseguridad y penitenciaria”, dijo.
A su turno, la congresista Susel Paredes (de Cambio Democrático-Juntos por el Perú) cuestionó el uso de recursos públicos para el viaje y exhortó a la presidenta a seguir el ejemplo de austeridad del papa Francisco. “Hay seis muertos diarios, extorsiones y colegios cerrados por la inseguridad”, señaló y dijo que para atender esta emergencia, la jefa de Estado debe quedarse en el país.
Por su parte, la Norma Yarrow (de Renovación Popular) también criticó la solicitud, calificándola de “soberbia pura”. “En 2025 llevamos 640 homicidios. La presidenta está pensando en su maletín de mano, sus retoques y qué maquillaje llevará, mientras las familias sufren extorsiones. El Santo Padre estaría molesto con esto”, declaró.
El pedido de Boluarte, presentado al Congreso pasadas las 23:00 horas del martes, argumentaba que su presencia en las exequias era un “gesto de respeto, gratitud y cercanía del pueblo peruano con la Santa Sede”. El documento aseguraba que la presidenta continuaría al frente del despacho presidencial de manera remota, utilizando tecnologías digitales con medidas de seguridad.
Pese al respaldo mayoritario de Fuerza Popular y Alianza para el Progreso, bancadas aliadas al Ejecutivo, el apoyo de otras agrupaciones menores no fue suficiente para aprobar la solicitud. La sesión incluyó un minuto de silencio en memoria del pontífice antes del debate.