El mundo de las letras llora la partida de Mario Vargas Llosa, el célebre escritor peruano y ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010, quien falleció este domingo a los 89 años en Lima. Su hijo, Álvaro Vargas Llosa, confirmó la noticia en un comunicado, en el cual expresa el profundo dolor de la familia y agradece el cariño de sus lectores.
Nacido en Arequipa en 1936, Vargas Llosa se fue una de las voces más influyentes de la literatura contemporánea, pilar del Boom latinoamericano junto a figuras como Gabriel García Márquez y Julio Cortázar. Sus novelas, entre las que destacan La ciudad y los perros (1963), Conversación en La Catedral (1969) y La guerra del fin del mundo (1981), exploraron las complejidades del poder, la identidad y las luchas sociales. “En ellas dejó un retrato imborrable del Perú y de la condición humana”, dicen los expertos.
Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz. @AlvaroVargasLl pic.twitter.com/xVaix0FyXo
— Morgana Vargas Llosa (@morganavll) April 14, 2025
Los ensayos y columnas periodísticas de Mario Vargas Llosa, publicadas durante décadas bajo el título de Piedra de Toque, en El País y otros medios latinoamericanos, abordaron desde la política hasta la cultura, siempre lúcido y provocador. Su evolución ideológica, desde un inicial acercamiento al comunismo hasta su defensa del liberalismo, marcó debates en América Latina y el mundo. En 1990, su candidatura presidencial por el Frente Democrático lo situó en el centro de la escena política. Su derrota ante Alberto Fujimori no mermó su influencia.
El autor, que residió en ciudades como París, Londres y Madrid, nunca dejó de llevar al Perú en su pluma. En su última novela, Le dedico mi silencio (2023), rindió homenaje a la música criolla. Con ella también cierra una carrera que combinó raíces locales con una visión universal. En 2024, la publicación de El país de las mil caras, una recopilación de sus escritos periodísticos, reafirmó su vínculo con su tierra, a la que definió como “una enfermedad incurable”.
La muerte de Vargas Llosa ha generado una ola de tributos globales. Líderes culturales, políticos y lectores destacaron su legado.
Aunque sus recientes opciones y opiniones políticas, como su apoyo a Keiko Fujimori en las elecciones de 2021, y a la extrema derecha en España, le han generado severas críticas de sectores que abogan por los derechos humanos, más, sabiendo que Vargas Llosa ayudó a construir el Museo de la Memoria en Lima, precisamente en memoria de las víctimas de la violencia interna en el Perú. Contradicciones de un nobel.