Empresario da un emotivo adiós a su mejor amigo, su perro, con velorio, ataúd, orquesta y ‘cerveceada’

El empresario dio un emotivo adiós a su perro con un velorio adornado con velas y gladiolos, y al día siguiente, él y un amigo lo cargaron hasta su última morada al son de santiago, seguido de una ‘cerveceada’ en su honor.
Empresario organiza una emotiva despedida para su perro con velorio, ataúd, orquesta y ‘cerveceada’.
Huanca York Times
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En Huancayo, conocida como la ciudad más alegre del Perú, un hecho inusual y conmovedor marcó la jornada del 2 de abril. ‘Oso’, un perrito muy querido por el empresario de grifos Héctor Valencia Carhuamaca, fue despedido con un funeral que incluyó un velorio, una orquesta folclórica, una ‘cerveceada’ y una emotiva muestra de afecto en el distrito de Huancán.

El homenaje tuvo lugar en el anexo de Huari, donde ‘Oso’ vivía junto a otros canes. Desde el día anterior, el empresario y sus allegados se congregaron para darle el último adiós al fiel compañero, quien se había ganado el cariño de todos. La orquesta folclórica “Patitos de Oro” acompañó la ceremonia con huainos, huaylarsh y santiagos. El cuerpo del can fue llevado en hombros al son de la ‘Marcha fúnebre’ hasta su última morada, un rincón del amplio patio verde donde había pasado sus días.

‘Oso’ falleció el 1 de abril debido a una enfermedad. A pesar de los esfuerzos de su dueño, quien lo llevó a distintos veterinarios en Huancayo, no logró salvarlo. La despedida estuvo cargada de emotividad: Héctor Valencia organizó un velorio adornado con velas y gladiolos rojos y blancos, y contrató los servicios de la funeraria Rodríguez para proporcionarle un ataúd blanco de 1.20 metros.

El funeral se realizó con todos los protocolos, incluyendo una marcha fúnebre, bailes, silbidos y guapidos, en una ceremonia donde no faltaron la cerveza y la comida. Sus amigos recordaron la lealtad del can y el amor que su dueño le demostró hasta el final.

“Adiós, ‘Oso'”, se escuchó decir al empresario mientras el querido perrito era enterrado en su casa, ubicada a espaldas del cementerio de Huari. No era la primera vez que Valencia Carhuamaca organizaba una despedida similar. Según la funeraria Rodríguez, este es el tercer servicio que le brinda, pues anteriormente ya había enterrado a otros de sus perros con ataúd, aunque en aquella ocasión sin orquesta.

Hasta los músicos quedaron sorprendidos: no hay duda, el perro es el mejor amigo del hombre.