El gerente regional, Oscar Macedo, abandona sus responsabilidades como defensor del Estado para convertirse en abogado del Consorcio Hospitalario Juli, empresa encargada de la construcción del Hospital de Juli. A pesar de las graves advertencias de la Contraloría sobre el incumplimiento de garantías, Macedo defiende a la empresa sin cuestionamientos, poniendo en riesgo la transparencia del proyecto y dejando en duda su imparcialidad. ¿Qué está pasando realmente en Puno? Este caso podría desatar una peligrosa red de favores y corrupción. ¡Entérate de todos los detalles!
La Contraloría General de la República ha emitido un informe en el que advierte sobre el incumplimiento de la garantía o carta fianza por parte del Consorcio Hospitalario Juli. Este incumplimiento pone en riesgo la validez del contrato firmado para la construcción del hospital Rafael Ortiz Ravines de Chucuito Juli. La Contraloría señala que el consorcio no cumplió con los requisitos establecidos por la normativa, y si no se soluciona, podría haber consecuencias legales graves, incluida la anulación del contrato.
En lugar de defender los intereses del Estado y corregir las irregularidades, Oscar Macedo, el gerente regional del Gobierno Regional de Puno, ha salido a descalificar el informe de la Contraloría. En una entrevista con Diario Sin Fronteras, Macedo calificó el informe de “error garrafal” y aseguró que la Contraloría no había comprendido adecuadamente la normativa. Según Macedo, el Consorcio Hospitalario Juli se acogió a la Ley 32103, en lugar de la Ley 32077, y por eso no necesitaba presentar la carta fianza. Macedo no solo cuestionó el informe, sino que también defendió a la empresa con tal entusiasmo que parecía estar actuando como su abogado.
Macedo usa los informes de Contraloría a su favor cuando le conviene
Siempre que los informes favorecen sus intereses, como en el caso del Hospital Materno Infantil de Juliaca, Macedo los utiliza para justificar sus decisiones, con la clara intención de demoler el hospital y, presuntamente, cambiar la modalidad de ejecución a contrata para beneficiar a empresas como la de Armando Lezano Carrión.
Cuando los informes de la Contraloría no le son favorables, como en el caso del Hospital de Juli, Macedo no duda en descalificarlos, calificándolos de ‘error garrafal’, sin tomarse el tiempo necesario para derivar el informe a las áreas correspondientes para su revisión técnica.
Esta doble moral y el constante uso de informes oficiales de Contraloría para respaldar intereses privados reflejan una clara falta de transparencia y compromiso con el Estado. Macedo ha optado por convertirse en defensor del Consorcio Hospitalario Juli, y su actitud pone en duda la integridad de los procesos de contratación pública en el gobierno regional Puno.
¿Un error o un faenón?
Óscar Macedo argumentó que el informe de la Contraloría cometía un error material al no considerar que el Consorcio se acogió a la Ley 32103, que permite la retención en lugar de la garantía de fiel cumplimiento. Sin embargo, en lugar de remitir el informe a las áreas técnicas correspondientes, como sería su obligación, Macedo adelantó una opinión y defendió públicamente a la empresa.
Esta actitud ha generado serias dudas sobre sus verdaderas intenciones. En lugar de permitir que el equipo técnico revise la situación y emita una respuesta fundamentada, Macedo adelantó su postura, lo que muchos interpretan como una defensa sin justificación alguna.
Como advierten los especialistas consultados por El Objetivo.pe, si el contrato con el Consorcio se firmó sin la carta fianza, esto podría constituir un delito penal y civil. En ese caso, el contrato podría ser anulado, y la empresa podría verse obligada a impugnarlo, lo que podría llevar al arbitraje.
Óscar Macedo: ¿Defensor del Estado o abogado del Consorcio?
Óscar Macedo ha actuado de manera inusual, ya que no solo ha cuestionado el informe de la Contraloría, sino que ha asumido un rol que no le corresponde: el de defender los intereses del Consorcio Hospitalario Juli. En lugar de tomar una postura imparcial y remitir el informe a las áreas técnicas para su evaluación, Macedo se adelantó y defendió públicamente a la empresa, actuando más como su abogado que como un funcionario público encargado de velar por los intereses del Estado.
Lo que muchos esperaban de Macedo era que, en lugar de dar una respuesta tan rápida y sesgada, dijera: “Vamos a derivar el informe de la Contraloría a las áreas técnicas correspondientes y, sobre esa base, vamos a emitir una respuesta. Si hay algo que corregir, lo corregiremos”. Sin embargo, Macedo no solo se adelantó a la opinión de las áreas técnicas, sino que actuó como un defensor ferviente del Consorcio, lo que ha generado el cuestionamiento de su imparcialidad.
Óscar Macedo es el funcionario número uno del Gobierno Regional de Puno. De hecho, se le podría considerar casi como el “gobernador de facto”, dado el nivel de atribuciones técnicas, administrativas y económicas que le ha otorgado el gobernador Richard Hancco. A este nivel de poder, Macedo debería ser un ejemplo de imparcialidad, especialmente en su función de supervisar las obras públicas, como la construcción del hospital de Juli.
Sin embargo, la manera en que ha actuado hasta ahora ha dejado claro que no está desempeñando su papel de manera neutral, sino que parece estar actuando como un defensor de los intereses del Consorcio Hospitalario Juli.
La figura del gerente regional
Óscar Macedo ocupa un cargo clave dentro del Gobierno Regional de Puno y tiene la responsabilidad de supervisar la ejecución de las obras públicas. Su rol no es defender a las empresas contratistas, sino garantizar que se cumplan los contratos de manera correcta y en beneficio del Estado.
El Manual de Organización y Funciones (MOF) del Gobierno Regional establece claramente que Macedo debe ser un árbitro imparcial en la supervisión de los proyectos, no un defensor del Consorcio Hospitalario Juli.
A pesar de que, Macedo parece haber confundido su rol y se ha convertido en un defensor a ultranza del Consorcio, cuestionando abiertamente los informes de la Contraloría y tomando decisiones que deberían ser evaluadas por los técnicos del gobierno regional. Esta postura no solo va en contra de su función como gerente regional, sino que también pone en duda la transparencia de las decisiones tomadas.
Según el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (SEACE), Antonio Mayta Cárdenas, tío de Óscar Macedo Cárdenas figura en el listado de proveedores que realizaron consultas y observaciones durante el proceso de licitación. Se sospecha que estos vínculos familiares podrían haber influido en la adjudicación del contrato al Consorcio Hospitalario Juli, lo que genera aún más dudas sobre la imparcialidad y legalidad del proceso.
El futuro incierto del hospital de Juli El futuro del Hospital Rafael Ortiz Ravines de Juli sigue siendo incierto, especialmente porque el Consorcio Hospitalario Juli tiene un historial de incumplimiento de contratos, inexperiencia y deudas con la SUNAT. A pesar de estos antecedentes, Macedo parece estar dispuesto a seguir defendiendo al Consorcio, incluso cuando existen dudas legales sobre la validez del contrato. Esto solo aumenta la incertidumbre sobre el proyecto y las posibles consecuencias legales que podrían derivarse de este contrato mal gestionado.
Obras con corazón Óscar Macedo, en vez de hacer su trabajo como gerente regional del gobierno regional Puno o y defender los intereses del Estado, se ha puesto del lado del Consorcio Hospitalario Juli. Esto genera dudas sobre la transparencia del proceso de licitación, contrato y pone en peligro la correcta ejecución del hospital Rafael Ortiz Ravines de Juli. En vez de ser imparcial, Macedo se ha convertido en un abogado del Consorcio, lo que hace que su imparcialidad y compromiso con la ley estén en tela de juicio.
Si el gobernador Richard Hancco no destituye a Macedo, estaría permitiendo que continúen los presuntos favores hacia el Consorcio Hospitalario Juli y a su tío, Antonio Mayta Cárdenas, lo que abriría la puerta a más corrupción y conflictos de intereses. Esto no solo afecta la obra del hospital de Juli, sino que también pone en peligro la confianza de la población de la provincia de Chucuito.
Si Macedo sigue en su puesto, Hancco podría terminar involucrado en un lío de corrupción que acabaría con la imagen de “incorruptible” que ha intentado construir como ex fiscal. Su lema de “obras con corazón” podría terminar convirtiéndose en “paralización de obras por faenones”.
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