Este lunes 24 de marzo, Anco, en la provincia de Churcampa, vivió uno de los días más tristes de su historia. Pasada la 1 de la tarde, los cuerpos de Soraida Sofía Quispe Arroyo, sus dos hijas y su expareja llegaron a su tierra natal, tras un largo y doloroso traslado desde Huancayo, donde fueron velados en un campo deportivo en Chilca. Los restos de su yerno, en cambio, fueron trasladados a Cajamarca, su lugar de origen.
El pueblo entero se volcó a la carretera principal para recibirlos con flores, oraciones y lágrimas. La conmoción se reflejaba en cada rostro. Autoridades, escolares y vecinos acompañaron el cortejo fúnebre en un silencioso homenaje, marcado por el respeto y la tristeza.
Soraida Quispe Arroyo, una próspera comerciante muy querida en Anco, deja un vacío imposible de llenar. Su hija Keyssy Yeraldin Romero Quispe, quien trabajaba en el área de Defensa Civil de la Municipalidad de Anco, también fue despedida con honores por sus compañeros y amigos. La tragedia ha golpeado profundamente al pueblo.
El cuerpo de Antonio Gerardo Romero Pacompia, expareja de la comerciante, fue velado por aproximadamente 20 minutos, posterior a ello continuó su traslado hacia la ciudad de Natividad en el VRAEM.
Durante la mañana, el alcalde Manuel Zevallos Pacheco ofreció un emotivo discurso, llamando a la reflexión: “Estamos dejando lo humano para centrarnos en lo material. Que esta tragedia nos haga valorar más a nuestras familias y a quienes nos rodean”.
Anco está de luto y su gente, unida en la pena, tras la repentina muerte de esta familia.