El dolor no cesa: el médico, el mecánico y el chofer del auto colectivo siguen desaparecidos en el Mantaro

Las familias continúan con la búsqueda, mientras se confirma que los cuerpos hallados en Orcotuna y Sicaya no corresponden al accidente ocurrido el 15 de febrero. Solo se halló a dos víctimas.
LEY Continúa la búsqueda de los otros tres ocupantes del fatífico auto que cayó el río Mantaro.
Huanca York Times
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La tragedia ocurrida el pasado 15 de febrero en La Oroya sigue dejando dolor e incertidumbre. Aunque dos cuerpos han sido recuperados e identificados, la búsqueda de los otros tres ocupantes del vehículo accidentado no cesa.

Entre ellos se encuentran José Maco Pinto, médico de 35 años; Josep Álvaro Chávez Palomino, mecánico de 23; y el conductor del auto de placa W4W-437, Héctor Tomasini Huatuco Jumpa, de 31 años. Sus familiares, con el corazón afligido, mantienen la esperanza de hallarlos, mientras equipos de rescate de Huancayo, Lima y Huaraz rastrean cada rincón del caudaloso río Mantaro.

Las noticias han sido confusas y dolorosas. Primero, el hallazgo de un cuerpo en Orcotuna encendió la expectativa, pero Jorge, hermano gemelo de José, confirmó lo que temían: no era él ni ninguno de los desaparecidos. “Lo he visto personalmente y no es”, expresó con la voz quebrada. Según el médico legista de Concepción, Arturo Pomasunco, el cuerpo hallado tenía data de muerte de un mes y medio. Poco después, el miércoles, otro cuerpo fue encontrado en Sicaya, pero este correspondía a una persona desaparecida el 20 de febrero.

La incertidumbre pesa sobre las familias. “Hasta ahora se han recuperado los cuerpos de los pasajeros del lado derecho: Jheim Ávila, que iba en el asiento del copiloto, y Jhasmin Escobar, la enfermera que iba atrás. Los otros podrían estar atrapados dentro del auto”, explicó Jorge, tratando de encontrar lógica en medio del dolor.

Este jueves, Huancayo despidió con tristeza a Jheim, y un día antes, a la joven enfermera Jhasmin. Mientras tanto, los parientes de los tres desaparecidos no descansan. Coordinan apoyo especializado y solicitan a las autoridades que los ayuden. Saben que en algún punto del río, entre el lodo y la corriente incesante, sigue oculto el vehículo que aún no ha sido encontrado.