Informes recientes confirman que la Amazonía sigue perdiendo su cobertura vegetal a un ritmo alarmante. Brasil, Bolivia, Perú y Colombia figuran entre los países con mayor pérdida de bosques tropicales primarios en los últimos años.
De acuerdo con David Landa Tucto, ecologista residente en Moyobamba, San Martín, el bioma amazónico ha perdido 23 millones de hectáreas en los últimos cinco años, una superficie equivalente al Reino Unido.
Señaló que en el año 2024, en comparación con 2023, ha sido un desastre y que la deforestación aumentó un 13 %, lo que representa la pérdida de 170 mil hectáreas de cobertura forestal. Las principales causas incluirían la expansión agrícola, la tala ilegal y la ausencia de ordenamiento territorial.
Minería y tala ilegal: principales amenazas
Uno de los factores que más contribuye a la degradación de la Amazonía es la minería ilegal, cuya expansión ha sido notable en la región de Loreto.
“La minería ilegal es otro de los factores para esta depredación del ecosistema, con un crecimiento de 10 mil hectáreas entre los años 2023 – 2024, pasando de 85 a 95 mil.
Esta actividad ilícita va creciendo a una velocidad extraordinaria, ya que tiene presencia en el río Nanay (Loreto) con la instalación de aproximadamente 147 dragas, según últimos datos satelitales”, detalló.
La tala ilegal también tiene un impacto significativo en la pérdida de bosque. Según Landa Tucto, el 80 % de la madera consumida en el país proviene de fuentes ilícitas, afectando aproximadamente 160 mil hectáreas.
Además, la construcción de vías de acceso para la extracción de madera facilita la migración descontrolada hacia zonas protegidas.
Incendios forestales y su impacto en el ambiente
Los incendios forestales han agravado la crisis ambiental en la Amazonía peruana. Durante la temporada seca de 2024, entre septiembre y octubre, se registraron incendios que destruyeron 5 mil hectáreas de bosque primario y secundario en San Martín.
Estos incendios, además de destruir ecosistemas, liberaron grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera. “Una hectárea de bosque almacena más de 270 toneladas de carbono.
La quema de 5 mil hectáreas ha liberado entre 4.5 y 5 millones de toneladas de dióxido de carbono, contribuyendo al calentamiento global”, explicó Landa.
Falta de ordenamiento territorial y soluciones urgentes
Para el ecologista, la falta de acción gubernamental es uno de los mayores problemas. En San Martín, las autoridades priorizan obras de infraestructura en lugar de la gestión territorial.
La Zonificación Ecológica y Económica de la región evidencia un crecimiento descontrolado de la deforestación y la ocupación irregular de tierras. Ante este panorama, Landa Tucto llama a una mayor conciencia política y ambiental.
“En el futuro tenemos que mirar políticamente con mayor certeza para elegir al dirigente que nos conduzca en el próximo periodo de gobierno. Exigirle que tenga una visión más acoplada al tema ambiental para trabajar los procesos de ordenamiento territorial”, concluyó.
Mientras tanto, su Jardín ZooBotánico Amazonía en Moyobamba sigue desempeñando un papel clave en la conservación de la biodiversidad, funcionando como centro de rescate de fauna víctima del tráfico ilegal y albergando una de las colecciones de bromelias más completas de Latinoamérica.
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