“Ni ciencia exacta, ni chamba de cachueleros”, por Jorge Ponce

«El siempre recordado César Lévano decía: “la noticia que solo es noticia no es noticia, que el dato es solo un dato, eso es quedarse en la simpleza de la objetividad, pues hay que arribar a la interpretación”».
Periodista Jorge Ponce
Jorge Ponce
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Si hay un protagonista especial que impulsa desde su esquina, en las buenas y en las malas, el desarrollo de sus pueblos, ese es el periodista. Digo esto porque el 1 de octubre se celebra el Día del Periodista Peruano.

“El periodismo no es una ciencia exacta ni un oficio de cachueleros, el periodismo es un arte y una ética. Y es una manera de percibir que la mayor obra del arte humano es la justicia”. Esto escribía el reconocido periodista César Hildebrandt en julio del 2009.

Por su parte, el siempre recordado César Lévano decía en agosto del 2012 que “la noticia que solo es noticia no es noticia, que el dato es solo un dato, eso es quedarse en la simpleza de la objetividad, pues hay que arribar a la interpretación.

Es decir, pensar por sí mismo, no repetir como un loro, únicamente, el material de las agencias noticiosas internacionales que defienden a un orden económico y político caduco. El mismo menú para el Mundo, el mismo menú para el Perú. No, informemos y opinemos, basándonos en la pluralidad de las fuentes.

Además, quiero citar los cinco mandamientos acuñados en su “Pentálogo” de Ética por el periodista alemán Michael Abend:

  1. No debes mentir.
  2. No debes callar ni exagerar.
  3. No debes aburrir.
  4. No debes adular ni arrodillarte.
  5. No debes ser oportunista
  6. Y nosotros añadiríamos: Abandonemos esa prensa roja, ese periodismo sensacionalista y piadosa en demasía.

 

Sin embargo, debemos subrayar con mayúsculas, que, gracias al periodismo informativo y de investigación acuciosa y valiente, se han destapado muchos latrocinios que se dan desde el poder a todo nivel. Y esta lucha se libra hoy, principalmente, contra el despreciable cáncer de la corrupción y contra la ladronería común y corriente y de los “de saco y corbata”, así como contra el crimen de la inseguridad ciudadana.

Por eso las autoridades corruptas, los dictadores, los ineptos siempre odiarán al periodismo de denuncia, punzante y sin tapujos.

Queridos colegas, este 1 de octubre silenciemos por algunos minutos nuestro arduo trabajo para darnos un abrazo fraterno, un aliento solidario y un brindis por un mañana mejor de auténtica justicia y bienestar.