¿Romperán “palitos” Dina y el Congreso?

Que el Congreso no le haya dado permiso a Dina para viajar a Estados Unidos es acaso un signo del rompimiento de su alianza política con el Legislativo. Creo que aún no ha llegado ese momento, pero son los primeros escarceos de una lucha fratricida de más adelante
Periodista Jorge Ponce
Jorge Ponce
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En los últimos días, se vino hablando de un aparente choque entre Dina Boluarte y una parte del Congreso, relacionado con la negativa de otorgarle permiso a la presidenta para viajar a los Estados Unidos de Norteamérica y asistir a una Asamblea de las Naciones Unidas.

Esta sería la primera vez que el Congreso le niega el permiso a Boluarte para salir del país. Aunque en todas las veces que salió la inepta Dina más fueron viajes turísticos antes que hacer resonar los intereses del Perú fuera de sus fronteras.

El Congreso aduce que Dina no debe ausentarse del país y más bien debiera liderar la solución de delicados problemas, como son los incendios forestales que afectan a 20 regiones y el escándalo sobre el auto de Palacio que sirvió para que Cerrón evite ser capturado.

Sobre la negativa del permiso para su viaje, Dina ha señalado que ello significa un boicot a su gobierno con cálculo político. Pero, fíjense quién habla de cálculo político, cuando ella desde que inició su gobierno se amordazó la boca y guarda silencio cómplice frente a las innumerables tropelías del Congreso contra la democracia, los derechos humanos, al equilibrio de poderes, a la independencia de justicia, a la lucha contra la corrupción, entre otras.

 

Que el Congreso no le haya dado permiso a Dina para viajar a Estados Unidos es acaso un signo del rompimiento de su alianza política con el Legislativo. Creo que aún no ha llegado ese momento, pero son los primeros escarceos de una lucha fratricida de más adelante

 

Sin embargo, acaso este hecho sea un signo de que se viene el rompimiento de la alianza política oportunista entre el Legislativo y Dina, que conviven desde hace un año y nueve meses para quedarse en el poder hasta el 2026.

Creo que aún no ha llegado el momento para dicho rompimiento. Todavía ambos necesitan sostenerse mutuamente por lo menos hasta abril del próximo año. No obstante, esto podría ser los primeros escarceos de una lucha fratricida que se vendría más adelante.

Y es que de acuerdo a la Constitución y la ley electoral, un año antes de las Elecciones Generales, es decir desde el 12 de abril del 2025 Dina ya está prohibida de disolver el Congreso, pero el Congreso a partir de esa fecha sí podría mandarla a su casa, porque ya no le serviría de nada tenerla al mando del Ejecutivo.

Dina confía en llegar hasta el 28 de julio del 2026 con el apoyo del fujimorismo, el acuñismo y el cerronismo. No obstante, la pregunta es si a estas agrupaciones les serviría con fines electorales seguir cargando un bulto tan pesado como significa la incompetente Dina Boluarte.

Los congresistas barajan con fines electorales cuándo comenzarían a distanciarse de Dina y no asumir los costos de su incompetencia e impopularidad.