La serenata por el aniversario de Arequipa, realizada en la Av. La Marina, terminó en descontento y enfrentamientos. La falta de organización de la Municipalidad Provincial fue el principal motivo de las quejas.
El evento, que debía ser un momento de celebración, se vio empañado por la confusa logística para ingresar al recinto. Pese a las críticas por un supuesto cobro de entrada, el alcalde de Arequipa, Víctor Hugo Rivera, negó categóricamente la afirmación y culpó a los medios de desinformar. Sin embargo, el concierto se dividió en zona general, zona VIP y boxes, lo que generó molestia entre los asistentes.
Los artistas también expresaron su descontento, al notar que los boxes, ubicados en la parte delantera, estaban vacíos, impidiendo sentir el calor del público que se encontraba más atrás. A medianoche, el alcalde se presentó a través de un video, evitando así los abucheos y quejas de los asistentes.
Poco después de la medianoche, la situación se tornó caótica cuando la multitud, frustrada por no poder ingresar y al ver los boxes vacíos, comenzó a lanzar botellas e insultos. La seguridad fue sobrepasada, y los asistentes invadieron la zona “exclusiva”, lo que culminó en enfrentamientos entre quienes habían pagado por estar en esa área y quienes irrumpieron.
La falta de baños públicos y el descontrol policial también contribuyeron al desorden. Las calles aledañas se convirtieron en baños improvisados, y el consumo excesivo de alcohol agravó la situación. Muchos adultos mayores, que asistieron como parte de una tradición, se retiraron decepcionados por la desorganización de la municipalidad.
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