Satipo: Juez sentencia a 35 años a comerciante que contrató a un sicario para asesinar a su expareja en Río Negro

El comerciante Edilberto Ávila López le pagó 500 soles a Oliver Ramírez para que lo ayude a terminar con la vida de su expareja, la profesora Basílica Seminario Abanto, mientras dormía.
Contratante y sicario pasarán cárcel por 35 y 30 años, respectivamente, por el asesinato de Basílica Seminario
Huanca York Times
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La Corte Superior de Justicia de la Selva Central sentenció  35 años de prisión al comerciante Edilberto Ávila López y a 30 años a Oliver Day Ramírez Antaurco, por el delito contra la vida, el cuerpo y la salud, en la modalidad de sicariato, con la agravante de discriminación contra la mujer, en agravio de Basílica Fidelia Seminario Abanto; asesinato ocurrido en el distrito de Río Negro, en Satipo, en diciembre de 2023.

De acuerdo con la investigación fiscal, Edilberto Ávila quería retomar la relación sentimental con la profesora de Pronoi, Basílica Seminario y al tener el rechazo de la víctima, contrató a un sicario para matarla.

El asesinato se concretó el 17 de diciembre 2023 a las cinco de la mañana, en la vivienda ubicada en Calle 2 de Mayo S/N del centro poblado Portillo Alto. Edilberto Ávila y Oliver Ramírez, ingresaron a la habitación de Basílica Seminario, la encontraron dormida y aprovecharon para sujetarle las manos y cabeza y luego incrustarle un cuchillo a la altura del cuello, ocasionándole una herida profunda y luego la muerte.

Al ser interrogados, Oliver Ramírez confesó que Edilberto Ávila le pagó 500 soles para asesinar a su expareja. Asimismo, se les encontró dos celulares y una laptop que pertenecía a la víctima, dos cuchillos y varias herramientas utilizados en el asesinato.

En la audiencia del Juzgado Penal Colegiado de Satipo, la fiscal provincial Melissa Acosta presentó diversos materiales probatorios, como las declaraciones de testigos, certificado médico legal, el protocolo de necropsia, el informe pericial del examen biológico del puñal utilizado por Oliver Ramírez que tenían sangre humana y otros que acreditaron la responsabilidad penal de los sentenciados.

La fiscal Melissa Acosta Chancan, de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Satipo, estuvo a cargo de las investigaciones.