“Día de la Mujer: un día político; no una fecha mercantilista”

"Como peruanas nos manifestamos en contra de Dina Boluarte y su gobierno dictador, corrupto, violento y perpetrador de delitos de lesa humanidad que ha violentado a las mujeres con un alto índice de discriminación racial".
La pluma insumisa
Amire Ortiz
Amire Ortiz
amire.ortiz.arica@gmail.com
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El día de la mujer trabajadora es una fecha importante para conmemorar la lucha, la resistencia y el coraje que las mujeres construímos desde hace muchos años atrás. Es necesario visibilizar la realidad y entender que este día es sumamente político y no una fecha mercantilista que el capitalismo también pretende hacer suya para seguir haciendo lo que sabe hacer, perpetuar la violencia de derechos y comercializar los mismos.

En una sociedad como la peruana en donde existe una brecha de género de 76.4%[1] no podemos conmemorar el día de la mujer sin tener una mirada integral de nuestra triste realidad social. Este día si bien este día visibiliza la violencia de género, el reconocimiento radica en la lucha popular de las mujeres por alcanzar derechos laborales, que siguen sin ser plenamente reconocidos.

Es de recordar que un día como hoy mujeres trabajadoras murieron en un incendio ocasionado por el dueño de la fábrica para callarlas por exigir mejores condiciones laborales, pero también es necesario tener presente la articulación política que ha estado detrás del reconocimiento de esta fecha como “Día de la Mujer”.

La lucha de las mujeres que ha marcado la historia provino de espacios de resistencia, de quienes no han sido beneficiadas con los privilegios que sesgan realidad, aún incluso cuando ese tipo de mujeres también ha sufrido violencia. 

 

Nos corresponde reflexionar sobre nuestra lucha: qué necesitamos para romper las brechas que perpetúan las desigualdades y que hacen de la violencia un insumo correctivo para que las mujeres estemos en los espacios que el sistema patriarcal nos ha destinado y que no nos corresponden

 

Recordemos a las mujeres socialistas de Europa, que articularon en la lucha por el derecho al voto, la protección social para las madres trabajadoras en espacios públicos y no tenían ningún derecho. Se identificó esta problemática como universal y por ello la necesidad de su articulación internacional.

Ellas comprendieron que para alcanzar mejores derechos era vital la participación política de la mujer en la construcción social. El derecho al voto juega un rol importantísimo en nuestra existencia. Clara Zetkin, representante del partido Comunista alemán, y Kate Duncker, representante del partido Socialdemócrata alemán, propusieron que las mujeres socialistas de todos los países organicen un día para luchar por el derecho al voto, al no haber un día preciso. En articulación con otras mujeres socialistas de su país, Suecia y Rusia concretaron en determinar que el 8 de marzo sería el día de las mujeres. Mucho después, en 1977 la ONU reconoce este día como el “Día Internacional de por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional”

Hoy nos corresponde reflexionar sobre nuestra lucha, qué es lo que necesitamos para romper las brechas que perpetúan las desigualdades y que hacen de la violencia un insumo correctivo de adecuación para que las mujeres estemos en los espacios que el sistema patriarcal nos ha destinado y no nos corresponden.

 

Hoy recordamos que hasta el hombre más precarizado ejerce poder y somete a alguien más dentro de su espacio personal, como decía Flora Tristán: “Hay alguien todavía más oprimido que el obrero, y es la mujer del obrero”

 

Hoy toca seguir peleando como aquellas mujeres que abrieron el paso para tener la libertad de expresión y muchos otros derechos que hoy gozamos. Hoy nos toca reivindicar a esas mujeres que también en sus tiempos fueron cuestionadas, criticadas, violentadas y estereotipadas, y que cuya movilización ha hecho posible muchos avances. Toca conmemorar a aquellas mujeres que hoy también hubieran sido terruqueadas como todas que levantan la voz contra las injusticias y este gobierno criminal e ilegítimo.

La lucha contra el patriarcado es también la lucha contra el capitalismo, caso contrario no podemos hablar de igualdad y justicia si nuestras consignas se enmarcan en un modelo social, político y económico desigual y violento por naturaleza. Se necesita un pacto social donde las mujeres estemos presentes, porque incluso en los espacios progresistas dominados por hombres se gesta la desigualdad, opresión, discriminación y violencia.  Como bien decía Louise Kneeland (militante socialista estadounidense): “quien es socialista y no es feminista, carece de amplitud; pero quien es feminista y no es socialista, carece de estrategia”.

Hoy se respira lucha, se recuerda que la sororidad no abraza a mujeres que promueven la violencia. Hoy se resalta que la participación de mujeres en espacios de política y liderazgo por sí mismos no son valiosos y relevantes cuando no se está en contra de las mujeres.

 

Como peruanas nos manifestamos en contra de Dina Boluarte y su gobierno dictador, corrupto, violento y perpetrador de delitos de lesa humanidad que ha violentado a las mujeres con un alto índice de discriminación racial.

 

Hoy se recuerda que la lucha no es solo por las mujeres que tienen el privilegio de luchar mientras existen muchas otras que sobreviven a las precariedades, pobreza y violencia que las impide hacer algo más por sus propias vidas.

Hoy recordamos que hasta el hombre más precarizado ejerce poder y somete a alguien más dentro de su espacio personal, como decía Flora Tristán: “Hay alguien todavía más oprimido que el obrero, y es la mujer del obrero”.

Nos manifestamos en contra de este Congreso que manifiesta su desprecio a la población, que burla a la democracia, que pretende hacernos retroceder en los avances que hemos tenido como país en la búsqueda de la igualdad de género y lucha contra la violencia.

Hoy como peruanas rechazamos que nuestro país este cooptado por mafias que criminalizan a las mujeres que deciden tomar los espacios públicos como acto de resistencia democrática.

Hoy como mujeres no olvidemos que mientras otras mujeres sigan oprimidas no seremos mujeres libres en verdad.

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[1] Conforme al estudio realizado en el ranking de países en el índice de Brechas de Género