El desborde del río Chía en el distrito de Ingenio, en Huancayo, causó estragos en varios recreos turísticos y arrasó criaderos con más de 4 toneladas de truchas. Los comerciantes y piscicultores afectados todavía no tienen un cálculo exacto de la magnitud de las pérdidas económicas, porque han priorizado reforzar las estructuras de sus instalaciones ante la alerta de una nueva crecida de la corriente.
En temporada baja de lluvias, el río Chía discurre por toda la zona de restaurantes turísticos, muchos cuales incluso han sido construidos alrededor del afluente, usándolo como atractivo para los clientes.
El recreo Paraíso, construido hace cuatro años, fue el primero en quedar inundado por las aguas desbordadas y la estructura rústica, de madera, quedó reducida a escombros y rodeada de una densa masa de lodo, ramas y piedras.
La dueña, Betty Luz Apolinario, contó a Huanca York Times que el deslizaminento de las aguas por la calle Juan Morales Vivanco, principal vía del circuito de recreos, inició a las 2 de la madrugada. La comerciante valorizó sus pérdidas en más de 10 mil soles, el equivalente al monto que aún le falta devolver del préstamo que gestionó para construir su local.
Ya descendiendo, rumbo al inicio de la zona de recreos, la corriente causó destrozos en la vivienda de Ruth Espinal Palomino, que pese a ser de material noble el agua ingresó, malogró equipos electrónicos y humedeció muebles y el drywall que separaba los ambientes internos, dejándolos inservibles.
“Vivo aquí desde el 2014 y nunca había ocurrido un desborde de esta magnitud. Llamé al alcalde del distrito para pedir ayuda, solo mano de obra, pero minimizó el daño y no apoyó”, se quejó Ruth Espinal.
La señora Elsa Camarena de 72 años, dueña del recreo Las Delicias, el último de la zona turística en ser alcanzado por el río Chía, sufrió la muerte de 5 cuyes y daños a su mobiliario.
“Hace tiempo le hemos pedido al alcalde que construya una cuneta aquí (en la Av. Juan M. Vivanco) pero no lo hace”, lamentó.
Augurando una próxima crecida del río, el señor Jhony Espinal Palomino y sus sobrinos, dedicaron gran parte del día a cavar una cuneta en exteriores de su vivienda, acto que replicaron sus vecinos.
Más de 4 toneladas de truchas perdidas
Del recreo Los Álamos, la corriente se llevó balones de gas, un puente pequeño, sartenes, ollas, utensilios y las truchas de sus pozas para el comercio, valorizadas en más de 70 mil soles, relata su propietaria Carmen Poma Véliz mientras señalaba un agujero que tuvo que realizar en una pared de cemento para que el agua salga de su cocina.
Más truchas perecieron y perecerán en las próximas horas en el recreo Las Cataratas, porque el río se llevó los tubos que instaló la propietaria, la señora Elizabeth, para dotar de agua de manantial a los más de 10 mil alevinos que tenía en su sala de incubación.
“Las crías necesitan agua de primer uso para vivir, pero ahora que el río destrozó las conexiones están con esta agua de río. Y van a morir”, lamentó.
En tanto, el alcalde distrital Percy Huayta Oré, confirmó la pérdida de más de tres toneladas y media de truchas del criadero del señor Pedro Torres Suazo, otro comerciante del lugar.
Sobre el Centro Piscícola El Ingenio, principal atractivo del distrito, administrado por el Ministerio de La Producción y que se encuentra en la ruta del deslizamiento, el alcalde aseguró que tuvo pérdidas mínimas de truchas, contrariando el testimonio de vecinos, quienes aseguraron que cientos de estos peces fueron arrastrados por la corriente.
Cuestionamientos
Todos los entrevistados cuestionaron la gestión del alcalde Percy Huayta, pues señalan que no realizó acciones de prevención de riesgo de desastres pese a que lleva tres periodos en el cargo y tampoco les brindó apoyo durante el desastre, sino solo horas después.
La señora Betty Apolinario se quejó de que las máquinas de la municipalidad solo “dieron dos palazos” para que el alcalde tome fotos y los dejó a su suerte.
En respuesta, el alcalde sostuvo que con anterioridad ejecutó acciones de descolmatación y encause del río Achamayo y el río Rangra, pues eran los más propenso a desbordarse y causar daños. No realizó labores en el río Chía porque es pequeño y dificulta el ingreso de maquinaria.
El último jueves, el río Achamayo también se desbordó, causando la rotura de tuberías en el límite de Ingenio y Quichuay, y dejó un poste eléctrico a punto de caer.
“Se ha atendido a todos los vecinos pero solo teníamos dos maquinarias y se han priorizado detener el descenso de las aguas. Ya estamos solicitando una excavadora al Gobierno Regional y hemos coordinado con Electrocentro para que desconecte el poste que estaba a punto de caer”, declaró el burgomaestre a Huanca York Times.
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