Martha no puede conciliar el sueño: “Nos pasamos pidiendo a Dios, llorando que el cerro no se caiga sobre mi casa o que nos aplaste mientras dormimos. Tenemos mucho, mucho miedo”, confiesa.
Las intensas lluvias de los últimos días han alertado a todo el vecindario del barrio Mirador, pues existe la amenaza de que el sector en donde construyeron sus viviendas, un cerro de la cooperativa Santa Isabel, en Huancayo se desprenda y arrase con todo.
Martha Chancha Rivera vive con sus tres hijos, su nieto y su esposo en su casa de adobe, ubicada debajo del sector del cerro del que ya fluye lodo y amenaza con ceder. Ella escarba una canaleta con sus propias manos para direccionar hacia la tierra mojada que fluye.
En el barrio hay otras 11 viviendas en riesgo, pero la de Martha es la más cercana al talud.
Para el personal de Defensa Civil la zona es inhabitable, por lo que recomendaron a los vecinos que se reubiquen. Complementariamente se comprometieron a traer maquinaria para remover la tierra suelta y reducir el riesgo por deslizamientos.
“Si tenía más dinero, hubiera comprado en otro lugar. Y si ahora tuviera para irme, me iría”, dice Martha, quien manifiesta tener sus papeles en regla y reside en Vista Alegre desde hace cinco años, cuando llegó de Huancavelica.
Martha es ama de casa. Su esposo ayudante de construcción. Y para mantener su hogar también cría sus gallinas y siembra en un pequeño huerto en su casa. Con preocupación espera la pronta acción de las autoridades, mientras tanto seguirá vigilando la pendiente.