La Dirección General de Búsqueda de Personas Desaparecidas en el periodo de la violencia interna, de 1980 al 2000, inició con el trabajo de campo para la ubicación de los lugares de entierro de 153 víctimas de desaparición forzada ocurridas en la zona urbana de Huancayo, entre ellas varios estudiantes de la Universidad Nacional del Centro (UNCP).
Para dicha tarea el rector de la UNCP, Amador Vilcatoma, puso a disposición los grupos de investigación, el acceso a los archivos universitarios que brinden información de las víctimas y la difusión por la radio universitaria.
Por su parte, el Ministerio Público facilitará la lectura de los expedientes de investigaciones fiscales disponibles en sus archivos, la Defensoría del Pueblo trasladará la información de las verificaciones de las solicitudes por desaparición forzada; el programa País brindará la logística de los Tambos para la recopilación de los testimonial en las comunidades y la Sociedad de Beneficencia de Huancayo permitirá el acceso a los archivos y a las instalaciones del Cementerio General de la ciudad.
De acuerdo con el mapeo de posibles sitios de entierro de algunas personas desaparecidas, que aún necesita ser contrastadas, estos pueden encontrarse en el Cementerio General de Huancayo, el nevado Huaytapallana, bases militares aledañas y el río Mantaro.
En el proceso, los 15 centros de atención mental comunitario de la región Junín brindarán acciones de acompañamiento a los familiares de las víctimas de desaparición forzada.
Este proceso busca recuperar los restos de las víctimas de desaparición forzada, identificarlos y restituirlos a sus familiares para que les puedan dar cristiana sepultura y culminar su proceso de duelo.
Los deudos buscan a sus familiares por cerca de 30 años.