En medio de una serie de fenómenos climáticos extremos, Perú se enfrenta a una peligrosa ola de calor que, según expertos, alcanzará su punto más elevado en los últimos 100 años. Los fuertes rayos del sol que azotan diversas ciudades peruanas, los recientes sismos que han sacudido la región y la sequía que afecta al emblemático Lago Titicaca son solo algunos de los efectos palpables de un inminente impacto en el calendario climatológico del país.
La sensación de calor abrasador que se experimenta no es más que la consecuencia directa de la intensificación del calentamiento global, resultado tanto de la actividad humana como de la incapacidad de la Tierra para contrarrestar los efectos de la alteración climática en la que está inmersa.
Una de las señales más evidentes de la crisis climática en Perú es la ausencia de invierno este año. Este fenómeno puede atribuirse directamente a la emisión desmedida de gases de efecto invernadero, contribución de la humanidad que ha desconfigurado los patrones climáticos tradicionales y ha trastocado las estaciones del año.
El Dr. Paolo Amaya Alvarado, especialista en Ciencias Ambientales de la Universidad César Vallejo (UCV), advierte que en los primeros meses del 2024 se espera un aumento significativo de las temperaturas, especialmente desde la zona centro hacia el norte del país. “Las temperaturas podrían superar los 31° C en áreas septentrionales de Perú, lo cual es sumamente preocupante en un contexto de crisis hídrica”, destacó el experto.
Los impactos socioambientales de esta peligrosa ola de calor son alarmantes. Se anticipa un aumento en la desesperación de la población debido al calor extremo, así como la presencia de angustia y estrés generalizados. Además, se prevé la pérdida de fauna que no puede adaptarse a las nuevas condiciones climáticas, la proliferación de insectos que representan una amenaza para la salud pública y lluvias impredecibles.
En un llamado a la acción, el Dr. Amaya enfatiza que todos somos responsables de este cambio climático y destaca la necesidad de realizar esfuerzos integradores y organizados que aborden la adaptación y mitigación constante. Entre las medidas sugeridas se encuentran la creación de áreas verdes y la preservación de las existentes en el territorio peruano, así como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Es crucial destacar que el cambio climático no se limita al aumento de las temperaturas; implica cambios en los patrones climáticos, el aumento del nivel del mar, eventos climáticos extremos y otros impactos ambientales. A nivel global, el año 2023 ha sido testigo de algunas de las jornadas más cálidas registradas según mediciones contemporáneas, subrayando la urgencia de abordar esta crisis a nivel mundial. Diversos informes de medios de comunicación han documentado que las temperaturas diarias han alcanzado niveles sin precedentes en los últimos 100 años, subrayando la magnitud del desafío climático que enfrenta Perú y el mundo en su conjunto.
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