Roberto Rodríguez, heredero del arte de San Jerónimo de Tunán, es el ‘Amauta de la Artesanía 2023’

Isaías Roberto Rodríguez Pomalaza (60) inició su conexión con la joyería y la orfebrería en 1971, en el taller de sus padres donde aplicaban técnicas ancestrales. Su obra “El Toro y yo” recibió el Primer Premio Presidente de la República en 2021.
Roberto Rodríguez, heredero del arte de San Jerónimo de Tunán, es el ‘Amauta de la Artesanía 2023’
Percy Salomé
Percy Salomé
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“Donde haya un Rodríguez, siempre habrá el crujir de los sopletes y el sonar de los martillos”.

Con esa frase celebró el maestro de la joyería peruana Isaías Roberto Rodríguez Pomalaza, al recibir el Premio Nacional Amautas de la Artesanía Peruana 2023, que el Gobierno le entregó el último jueves, en reconocimiento a los 54 años de su trayectoria en el arte de crear preciosos objetos con metales preciosos como el oro y la plata, o aleaciones de ellas.

El maestro Roberto Rodríguez trabaja en su taller de Chosica, pero su arte lo heredó de sus antepasados que vivieron en Jerónimo de Tunán, en Huancayo.

“Mi abuelo Máximo Rodríguez aprendió de su cuñado Sebastián Ríos, también un reconocido maestro, quien le transmite el arte de la platería”, cuenta Roberto a Huanca York Times. A su vez, el abuelo Máximo transmite el arte a sus hijos y estos a los nietos.

A sus 25 años de edad, el padre de Roberto, Edubino, sale de San Jerónimo y se dedica a diversos trabajos y se desempeña como albañil, obrero en la fundición de La Oroya, entre otros, y se traslada con su familia a Lima, donde se establece en Chosica. En 1971 decide instalar su taller de orfebrería.

Allí nació Roberto, el menor de nueve hijos, quien a los ocho años comenzó a aprender el arte familiar, como jugando. En 1979 la prensa especializada llamó a sus padres, Edubino y Benedicta, “Los chalaysantos de las manos de oro”, por la calidad de sus trabajos.

A sus 60 años de edad, Roberto se ha convertido en el artesano número 40 en recibir la condecoración de ‘Amauta de la Artesanía’, que entrega el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, por sus grandes aportes a la conservación de la tradición artesanal y la transmisión de sus conocimientos a las nuevas generaciones.

Su taller familiar de Chosica se ha convertido hoy en una escuela de joyería que ha facilitado el nacimiento de otros 40 talleres, donde trabajan alrededor 200 artesanos.

“En mi familia soy el segundo Amauta. El primero fue mi hermano Alejandro. Él tiene ahora 68 años”, dice Roberto.

Su distinción también fue celebrado en Huancayo por el reconocido imaginero y también Amauta, Pedro González Pauucar. “Es un merecido reconocimiento”, expresó.

En el taller de sus padres, debido a las carencias que tenía la familia, aplicaban técnicas ancestrales para la elaboración de sus obras, como el soplete a boca, el laminado y el trefilado a martillo.

Entre sus principales obras de Roberto, se encuentra el caballo de paso “Fina Estampa”, la pulsera “El Legado” y “El Toro y yo”, reconocida con el Primer Premio Presidente de la República, en el 2021.