Los padres de no les deben cortar las alas a sus hijos que desean estudiar una carrera profesional como actores y actrices, “porque del teatro sí se puede vivir”, recomendó el actor huancaíno Manuel Rengifo, director de la compañía Ema Brothers.
Es muy difícil, pero como en las diferentes carreras hay que esforzarse mucho, dice Rengifo egresado del New York Film Academy de Brodway, como actor profesional.
La costumbre de la mayoría de las personas que no asisten a teatros y prefieren otras formas de diversión, o que dan mayor relevancia a actores de la capital o el extranjero, ignorando a los de Huancayo, complica hacer teatro en ciudades de provincia, manifiesta Rengifo.
Pero la pandemia enseñó la necesidad consumir trabajos del arte escénico: “Encerrados en casa, ¡cuánto se disfrutaba por ejemplo de una película, de una obra, de una novela que unía a la familia, o brindaba compañía a las personas en medio de la angustia, del dolor de perder a un ser amado, del miedo de contagiarse de la enfermedad tan terrible como el Covid!”.
Rengifo nació en Huancayo. Al terminar sus estudios en el colegio Salesiano viajo a Estados Unidos a estudiar teatro. “En Huancayo no se conocía de escuelas en artes liberales como el teatro y no había demanda, había pequeños grupos”, recuerda.
Su amor al teatro lo hizo regresar a Huancayo para desarrollar el teatro en la tierra con buena semilla de jóvenes talentos como artistas, dice.
“Consume teatro, vive cultura”
Con 15 años como actor profesional, Manuel y los 40 integrantes de Ema Brothers alistan una temporada del 11 de octubre al 17 de diciembre, en el histórico teatro del colegio María Inmaculada de Huancayo, ubicado entre los jirones Amazonas y Cusco, en el centro de Huancayo.
Para la puesta en escena las cinco obras de la temporada, Rengifo declara que su compañía invirtió un aproximado de 18 mil soles en vestuario, maquillaje, iluminación, sonido, escenarios orgánicos o dinámicos, según el momento de la obra y materiales extras, etc.
De las cinco obras, llama la atención Drácula como el espectáculo de la temporada, donde no se muestra a un conde “chupasangre”, sino a un vampiro con una perspectiva humana y romántica, en sus dos horas y media de presentación.