El reciente informe sobre la “Evolución de la Pobreza Monetaria en el Perú” emitida por el Instituto Nacional de Estadística e Informática, estrella la cara contra la pared a todos aquellos que pontifican de que nuestro país es uno de los más sólidos en Latinoamérica por el crecimiento macro económico que experimenta cada año.
Este informe señala de manera contundente e irrebatible que más de un tercio de peruanos (en números nueve millones ciento ochenta y cuatro mil) cerró el año 2022 sumidos en la pobreza monetaria absoluta.
El año 2022 crecieron los pobres en 628 mil personas en comparación al año 2021. Y dos millones y medio de peruanos sumaron en la pobreza en relación al 2019 (año que precedió al coronavirus).
Pero lo más grave es que un millón 673 mil se hallan en pobreza extrema, es decir, en completo abandono. Esto refleja la elevada precariedad de los hogares peruanos.
“El 2022 los precios de la canasta familiar aumentaron castigando a los sectores populares, como el alza del azúcar, papas, pan, aceite vegetal, entre otros”
Pero no solo eso, las cifras sentencian, también, que el 32,3% de peruanos están en situación vulnerable, vale decir que en cualquier momento podrían caer en situación de pobreza.
Si bien los porcentajes de pobreza son mayores en el ámbito rural, sin embargo, ésta golpea con mayor fuerza en el ámbito urbano, especialmente Lima Metropolitana.
En un año en el que la inflación repuntó, el INEI puntualiza que las regiones más golpeadas por la pobreza superior al 40% son: Cajamarca, Huánuco, Puno, Ayacucho y Pasco.
Entre el 30% y 40% se encuentran Loreto, Huancavelica, Provincia Constitucional del Callao y Piura.
Presentan niveles de pobreza entre 20% y 30%, La Libertad, Amazonas, Lima Metropolitana, San Martín, Tumbes, Apurímac, Tacna, Lima Provincias, Ucayali, Cusco, Junín y Áncash.
En cambio, se reportó menor incidencia en Ica, Moquegua, Madre de Dios, Arequipa y Lambayeque.
Servicios básicos y sueldo mínimo
Refieren, además, que más de la mitad del Perú (50.7%) no tiene agua, desagüe, electricidad, telefonía e internet. Asimismo, el año 2022 los precios de la canasta familiar aumentaron castigando a los sectores populares, como el alza del azúcar, papas, pan, aceite vegetal, entre otros.
Algunos especialistas señalan que para esta situación se han juntado varios factores, como inflación, bajo crecimiento, inversión privada en negativo, poca generación de empleo y sobre todo empleo de baja calidad y una política pública que no se ha sabido adaptar para proteger a los pobres y vulnerables.
Esto evidencia que el modelo económico neoliberal desde hace muchos años no ha podido cubrir las grandes necesidades del pueblo, pero pese a ello es urgente que el gobierno los atienda en el menor plazo.
“Lo más grave es que un millón 673 mil se hallan en pobreza extrema, es decir, en completo abandono. Esto refleja la elevada precariedad de los hogares peruanos”
Para aliviar el alza de la canasta familiar, los gremios de trabajadores vienen demandando que se eleve urgente el sueldo mínimo. Así, la CGTP plantea elevarlo a 2,500 soles, mientras que la CUT refiere a 1,600 el cual podría darse de manera progresiva.
No nos olvidemos que el salario mínimo del Perú es uno de los más hambreadores de Latinoamérica, ubicándose en el doudécimo lugar.
En el caso de las pensiones de los jubilados la situación es aún más desastrosa, con montos miserables de 500 soles, que no llegan ni siquiera a la mitad de una remuneración mínima vital.