Entre una multitud de personas, los restos de los seis soldados que fallecieron ahogados en el río Ilave, fueron velados en el Centro Cívico de la Municipalidad Provincial del Collao, en Puno. Entre llantos y gritos de dolor, los deudos pidieron justicia para sus seres queridos.
El alcalde, Richard Ururi Cueva, dio un emotivo discurso en honor a los fallecidos, a quienes denomino “héroes de la pacificación”. También pidió una exhaustiva investigación para hallar a los responsables.
Posteriormente, los restos de los soldados Franz Canaza y Carlos Quispe fueron conducidos hasta la provincia de Chucuito, Juli, en donde recibieron un homenaje póstumo.

A Juli llegaron dos féretros de los soldados ahogados en Ilave
La familia doliente y la población juleña, conjuntamente con sus autoridades políticas, realizaron la recepción a los dos valerosos soldados, quienes recientemente ingresaron al servicio militar voluntario.

La autoridad edil dispuso el izamiento de la bandera del Perú y la de la provincia de Chucuito, Juli a media asta en señal de duelo y solidaridad con los deudos. Más de 500 pobladores los recibieron a la altura del desvío de Huacullani, que es la vía principal para el ingreso al distrito de Juli. Las coronas, esperaban a sus soldados caídos.
Al ritmo de las melodías de duelo con zampoñas, fueron trasladados los féretros hasta la plaza principal, lugar donde una gran cantidad de gente se sumó. Allí se realizó la vigilia de cuerpo presente con la presencia de la iglesia católica. Las autoridades ediles se solidarizaron y pusieron la bandera a cada féretro.
Pueblo los acompañó desde su salida de la morgue
Desde este lunes, los féretros fueron retirados uno a uno de la morgue y velados en las instalaciones del municipio collavino.
Es así que. desde las 08:40 horas, los féretros estuvieron en el frontis de la Municipalidad del Collao, donde las autoridades edilicias realizaron un homenaje póstumo, solidarizándose con las familias dolientes.

Fueron llevados luego al Cuartel (Batallón de Infantería Motorizado) BIM-59 de Ilave, lugar donde el minuto de silencio acongojó a propios y extraños.
Minutos después, los féretros se trasladaron según determinación de las familias dolientes: a Juli, Conduriri, Pilcuyo e Ilave.