Ha tenido que ser un grupo de gobiernos democráticos de América Latina los que mediante un comunicado hacen un llamado a los poderes del Estado, a las instituciones públicas y privadas y al pueblo peruano, a que mediante un diálogo constructivo arriben a consensos para superar la actual crisis política por la que atraviesa el Perú.
Los presidentes de México, Argentina, Bolivia y Ecuador sostienen en su pronunciamiento que, “ante la tensión política en el Perú, hacemos un llamado a todas las instituciones y fuerzas políticas de esa hermana república a fortalecer el diálogo político como herramienta para superar la actual coyuntura que atraviesa el país”.
“Confiamos en que todos los actores nacionales privilegiarán la construcción de consensos amplios, inclusivos y participativos, que permitan fortalecer el funcionamiento del sistema político establecido por la Constitución y el Estado de Derecho”, añade el pronunciamiento.
Seguramente, se abrirán debates sobre este comunicado. Unos la apoyarán, otros la rechazarán y, también, no faltarán los extremos que hasta la calificarían de intromisión política. No obstante, lo importante es que desde el exterior hay un espíritu de ayudar al Perú para superar la crisis que cada día que pasa se eriza más. El gran reto de superarlo, obviamente, recae exclusivamente en nosotros.
“Algunos creen que un adelanto de elecciones resolvería la crisis. Falso, creo que la agravaría aún más. Hoy nomás ya comenzaron los debates entre los “eruditos intérpretes” de la Constitución manifestando sus discrepancias”
Este pronunciamiento que suscriben cuatro países hermanos no es gratuito ni antojadizo. Se basa en experiencias pasadas sucedidas en otras naciones hermanas, como, por ejemplo, Chile y Ecuador donde, años atrás, se protagonizaron largas huelgas, movilizaciones de masas y hasta acciones violentas que duraron semanas reclamando reivindicaciones populares.
Sin embargo, esas crisis fueron superadas y no significaron la ruptura del orden constitucional. Tanto Salvador Piñera (Chile) como Lenin Moreno (Ecuador) culminaron sus mandatos y entregaron el poder a sus sucesores, elegidos en elecciones democráticas.
En muchos países existen gobernantes a todo nivel que pueden cometer errores, pero todo es posible de rectificar, y eso ¿porqué no podría suceder en nuestro país?
Algunos creen que un adelanto de elecciones resolvería la crisis. Falso, creo que la agravaría aún más. Hoy nomás ya comenzaron los debates entre los “eruditos intérpretes” de la Constitución manifestando sus discrepancias. Unos sostienen que debe llevarse a cabo Elecciones Generales, otros abogan porque se realice solo elecciones presidenciales para completar un mandato de cuatro años.
No obstante, todos refieren que antes de realizarse elecciones, primero debe aprobarse la reforma política por el Congreso, a fin de que se eliminen los llamados “partidos cascarones” y los “vientres de alquiler”. La pregunta es: ¿Será capaz de trabajar y aprobar la reforma política este Congreso, cuando sus miembros, casi en su totalidad, fueron elegidos utilizando esos partidos de caricatura?
Como se ve, los que piden adelanto de elecciones, sin querer queriendo, se encadenan al golpismo, solo bajo diferentes formas y prédica.