Con autorización del Congreso, el presidente Pedro Castillo viajó a los Estados Unidos para participar en la IX Cumbre de Las Américas, que se realiza en Los Ángeles desde el 6 de junio hasta este sábado 12. ¿Qué dirá Castillo en ese cónclave? La respuesta es, nada, y si toma la palabra será, simplemente, un saludo a la bandera, porque el Perú en estos momentos no tiene ningún peso político ni diplomático a nivel internacional. Es decir, pertenecemos al grupo de los países ninguneados o parias.
Joe Biden ha convocado a esta cumbre en momentos que los Estados Unidos pasa una situación crítica, por los numerosos problemas internos que sufre y por la guerra que afronta ayudando a Ucrania contra Rusia, guerra que está acarreando escasez y encarecimiento de alimentos, petróleo y fertilizantes en todo el Mundo.
Y como si ello fuera poco, desde ya se vislumbra que dicho evento será una cumbre deslucida y sin trascendencia por la conducta antidemocrática, autoritaria e ideológica del gobierno norteamericano, que ha optado por negar la participación de Venezuela, Nicaragua y Cuba, aduciendo que no cumplen “los estándares democráticos”. Es curioso que quien habla de democracia sea, precisamente, los EE.UU.
Esta actitud arbitraria de Biden, que sucede por primera vez en la historia de las Cumbres, ha merecido la respuesta firme y soberana de los presidentes de países como México, Argentina, Bolivia, Chile, Honduras, Guatemala, San Vicente, las Granadinas, Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, San Cristóbal, Nieves y Santa Lucía.
Ellos señalaron que si Estados Unidos persiste con su política segregacionista no irán a la Cumbre o enviarán simples representaciones de segundo nivel. Se acabaron los tiempos en que el imperio norteamericano consideraba a toda Centroamérica y Sudamérica como su patio trasero.
Estos días previos a la IX Cumbre de las Américas, que se supone debiera ser un encuentro diplomático con la presencia de todos los países del Continente, ha venido mostrando el pulso de los gobiernos que defienden la diplomacia, la independencia y el respeto a su soberanía; y los que se arropan bajo los intereses hegemónicos de los Estados Unidos, como es el caso del Perú.
Esta IX Cumbre lleva el nombre de “Construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo”, en la cual se discutirán temas como la migración irregular, la falta de oportunidades económicas, generación de empleos, recuperación económica, inversión en el sector privado, la democracia y los gobiernos represivos, la inseguridad, las emergencias climáticas, mecanismos de negociación multilateral y el libre mercado.