El río Mantaro no bajaba con fuerza esa tarde. Su caudal era bajo, como suele ocurrir en esta temporada de escasas lluvias. Aun así, fue suficiente para tragarse una camioneta y a una familia entera. La tarde del domingo 29 de diciembre, en La Oroya, a la altura del sector de Huanchán, ocurrió el accidente que dejó una menor fallecida, dos personas desaparecidas y una sola sobreviviente.
La camioneta Kia Río, de color plata y de placa BIK-105, era de propiedad de la familia. En ella viajaban Lincol Soyer Yupanqui Gaspar, de 31 años; su esposa, Dayana Martínez Beltrán (29); y sus dos hijas gemelas de un año. Habían salido de Lima, ciudad donde se habían establecido temporalmente para que una de las niñas, nacida de forma prematura, recibiera tratamiento médico en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. Su destino era Huancayo, donde planeaban recoger a la hija mayor de Dayana para pasar juntos las fiestas de fin de año.
En el tramo de Huanchán, zona conocida como Tierra Negra, Yupanqui perdió el control del vehículo por causas que aún son materia de investigación. El auto cayó al río Mantaro y quedó volcado, con las llantas hacia arriba.
Choferes, viajeros y policías lograron rescatar a Dayana Martínez, quien se encontraba sobre la carrocería de la camioneta, parcialmente sumergida. Gritaba pidiendo auxilio a los conductores que transitaban por la vía. En un inicio creyó que su esposo y sus dos bebés permanecían atrapados dentro del vehículo; sin embargo, en cuestión de segundos, la fuerza del agua los arrastró río abajo, sin que nadie pudiera evitarlo.
Una de las bebés murió ahogada. El cuerpo de la otra niña, al igual que el del padre, fue arrastrado por la corriente y permanece desaparecido hasta el momento.
Lincol Yupanqui, natural de Huancayo, era director de varias agrupaciones de mariachi y una figura ampliamente conocida en este género musical en la región. Además de liderar mariachi, también integró reconocidas orquestas folclóricas de Huancayo, como Súper Impacto Perú. Meses atrás, junto a su esposa, había participado en festivales internacionales realizados en México, donde llevaron el nombre del Perú. Estaba en sus planes volver este 2026.
Ambos habían construido su vida alrededor de la música y, en Lima, comenzaban a consolidarse profesionalmente. En un solo accidente, el mariachi huancaíno perdió a uno de sus principales exponentes y a dos vidas que apenas comenzaban.


