¿Fracaso? Llegado el día y la hora señalada, las diez de la noche del martes 23 de diciembre, los comerciantes inscritos para la feria navideña que debía realizarse en el jirón Cajamarca no lograron instalar sus puestos porque un contingente de vendedores informales ya había tomado la calle e impidió la presencia de los feriantes autorizados.
La tensión creció hacia las 8:30 de la mañana de este miércoles 24 de diciembre, cuando serenos y fiscalizadores municipales intentaron despejar la vía, encontrándose con resistencia, gritos e incluso agresiones. El desorden se extendió rápidamente hacia la avenida Ferrocarril y otras calles del entorno, evidenciando que el control del comercio informal se había salido de las manos.
Ante la imposibilidad de garantizar la instalación de la feria en Cajamarca, la municipalidad optó por permitir que los comerciantes se trasladen a la Calle Real, entre el tramo entre los jirones Ica y Huánuco, evía que había sido liberada de ferias navideñas desde hace dos años. El retorno de los puestos a esta arteria principal volvió a generar congestión, malestar entre comerciantes formales y cuestionamientos a la gestión edil.
Fracaso del control municipal
El alcalde de Huancayo, Dennys Cuba Rivera, reconoció que la intención inicial de trasladar la feria a Cajamarca era recuperar el control municipal de un espacio dominado por intereses informales, incluso por presuntos cobradores de cupos.
“Cuando se ha aceptado ese tipo de plan es porque se ha advertido que presuntamente habría un grupo de personas que viene mal administrando en favor de sus intereses particulares esos espacios. Lo que se ha tratado es que la municipalidad pueda ingresar y darle saneamiento para establecer esta feria”, declaró.
Sin embargo, el burgomaestre deslindó responsabilidad directa y apuntó a los funcionarios encargados de la ejecución del plan. “La decisión es responsabilidad de cada funcionario, quienes tenían la obligación de garantizar el éxito del plan”, sostuvo, adelantando que los resultados obligan a una evaluación del personal involucrado.
Cuba Rivera afirmó que, en general, el comercio informal es un problema estructural que excede a la municipalidad. “Es un problema crítico de muchos años. Se requiere una estrategia sostenida y el compromiso de la Policía Nacional, el Ministerio Público y otros actores”, señaló.
El comercio informal tomó además la vía férrea de la avenida Ferrocarril, desde la calle Ica hasta cerca a Chilca, donde se ofrece al público desde aves (pavos) vivos para la Navidad, cuyes, ropas y todo tipo de artículos.
