Junín suma 90 feminicidios desde 2015 y mantiene una tendencia crítica que no retrocede. En 2023 registró su peor crisis con 16 víctimas, un incremento del 300% respecto al año anterior, y en 2024 se mantuvo en un nivel alto con 13 casos. En lo que va del 2025, la Fiscalía especializada reporta ya nueve feminicidios y diez tentativas.
Las víctimas son cada vez más jóvenes. La fiscal superior Brenda Montenegro, coordinadora de las fiscalías especializadas en violencia contra la mujer de Junín, alertó que Jauja concentra feminicidios contra adolescentes que estaban embarazadas o ya tenían un hijo. También señaló que la mayoría de víctimas de este año son mujeres menores de 35 años, un patrón que coincide con la data acumulada de 2015 a 2024.
Desconfianza en la Policía
Mientras la violencia letal aumenta, las denuncias disminuyen. Entre 2019 y 2024, Junín pasó de 14 mil 225 denuncias por violencia contra la mujer a 9 mil 883, una caída que no refleja una mejora, sino una creciente desconfianza en las instituciones. Más del 80% de la población no confía en la Policía, el Ministerio Público ni el Poder Judicial, según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO).

Esa desconfianza se alimenta de un sistema que no responde a tiempo. La fiscal Montenegro señaló que una sentencia por agresión debería resolverse en un máximo de siete meses, pero en la práctica demora un año o más por retrasos en Medicina Legal, audiencias postergadas y sobrecarga en juzgados y fiscalías.
8 de cada 10 hombres justifican la violación sexual
El problema no solo está en el sistema; también en la cultura. La Encuesta Nacional Sobre Relaciones Sociales (ENARES) 2024 revela que el 88.8% de la población de Junín —hombres y mujeres— tolera en alguna medida la violencia contra las mujeres. Ocho de cada diez hombres justifican la violación sexual cuando la víctima consume alcohol o “no se resiste”. Esta normalización se transmite a las nuevas generaciones: una de cada cuatro adolescentes sufrió violencia sexual el último año y dos son acosadas cada hora.
Las cifras muestran que la mayoría de feminicidios son cometidos por parejas o exparejas y mediante métodos de extrema violencia como estrangulamiento, arma blanca u objetos contundentes. La región también registra más de 1,600 casos reincidentes o de reingreso al año, lo que evidencia que muchas mujeres vuelven a ser agredidas porque las medidas de protección fallan o no se otorgan.

Pese a este contexto, el Congreso impulsa la eliminación del enfoque de género de las políticas públicas. La fiscal Montenegro rechazó esta propuesta porque debilita la actuación del Estado frente a la violencia. Recordó que Perú está obligado a aplicarlo por tratados internacionales como Belém do Pará y CEDAW, y que permite identificar desigualdades y riesgos que una mirada neutra ocultaría.
Poco presupuesto para luchar contra la violencia
En el caso del Gobierno Regional de Junín, esta entidad solo ha presupuestado, para este año, S/ 153 mil 873 soles, la mayor parte de los cuales lo usa la Red de Salud Valle del Mantaro (S/101 mil) para la atención de mujeres víctimas de violencia de género.
La Red de Salud de Jauja solo cuenta con mil soles para esta actividad y la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) de Satipo cuenta con S/ 51 mil 800 para desarrollar acciones de prevención en niños y niñas en edad escolar. Una acción limitada del Gobierno Regional.
“Es notorio que el mayor porcentaje de inversiones dentro del Gobieno Regional está dirigido por obras de fierro y cemento y esta gestión se ha caracterizado por no tener ni un solo proyecto desde el enfoque de desarrollo humano o social“, dijo la consejera Kely Flores, quien relató que Junín destaca a nivel nacional en Ordenanzas en lucha contra la violencia hacia la mujer, pero sin implementación por falta de su reglamentación y la generación de políticas públicas, que están a cargo de la Gerencia de Desarrollo Social.
A nivel de gobiernos municipales, solamente las municipalidades de Pangoa en Satipo y Santa Rosa de Sacco en Yauli, cuentan con presupuestos para enfrentar la violencia hacia las mujeres, con S/ 30 mil y S/853 mil, respectivamente. La distribución desigual del gasto muestra la limitada respuesta institucional frente a una crisis que se ha agudizado en la última década.
En tanto, la tendencia de 2015 a 2025 deja claro que en Junín la violencia feminicida no disminuye. Las cifras suben, las víctimas se vuelven más jóvenes y la sociedad sigue tolerando niveles altos de agresión.
Las cifras de la violencia de género
Cifras de la violencia de género en Junín by Huanca York Times


