Este amargo amor o el amor es un milagro que castiga

Reseña literaria sobre el nuevo libro de cuentos Este amargo amor, de Fernando Carrasco Núñez (Heraldos Negros, 2025).
Fernando Carrasco Núñez - Este amargo Amor - Cronwell Jara
Fernando Carrasco Núñez - Este amargo Amor - Cronwell Jara
Cronwell Jara - Escritor peruano
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Sabemos que el tema del amor, de la locura del amor como pasión enfermiza, deseo desbordante y origen de vida, siempre ha engendrado maravillosas obras en la literatura universal. Así como motivó guerras, también produjo la Ilíada de Homero y la Eneida de Virgilio. O el Cantar de los cantares del rey Salomón: “Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor; duros como el Seol los celos; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama. Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos”. (8: 6-7)

En Shakespeare, este amor irrefrenable nos dio la hermosa tragedia de Romeo y Julieta; y obras cumbre como Las cuitas del joven Werther de Goethe y el Libro de buen amor de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita.

El tema del amor, fuente inagotable de obras de arte y origen de la vida, es y será lava en hervor, siempre vigente. Como fuego puro ―astro candente, luna llena―, seguirá siendo motivo de estudio para antropólogos, sociólogos, filósofos, artistas y chamanes, mientras ―símbolo de gozo, belleza y misterios― exista la mujer. La musa en sus múltiples rostros ―amante, esposa, abuela, hija o madre, maestra de escuela, copetinera, pepera o prostituta amiga― será siempre digna y venerable en este planeta.

Y cuando el amor es adictivo, causa de frustraciones, deseos suicidas, desajustes mentales, alucinaciones, nos podría conducir al peor abismo y delito: convertirnos en poeta. François Villon, Arthur Rimbaud. Algo esperpéntico. O en el trasnochado bohemio creador de bellas historias. Las vividas, lloradas, cantadas y escritas entre aullidos de lobo pepeado o los sollozos de un gato techero ―a lo Chacalón, el de «Este amargo amor», o a lo Carlos Gardel con su «Caminito»: «Caminito que el tiempo ha borrado, que juntos un día nos viste pasar. He venido por última vez, he venido a contarte mi mal»― con el más sentido desgarro, desde lo más íntimo y hondo de la última cerveza espumeando en el alma. Tal cual. Como nos suele cantar el autor de «Este amargo amor», el nuevo libro de cuentos de mi enorme amigo, Fernando Carrasco Núñez (Heraldos Editores, 2025).

Un milagro que castiga

El amor, razón y sinrazón, eje doliente, es el centro motivador de este libro conformado por diez cuentos. Cada uno con un desarrollo, tono emocional, estilo personal, lágrima y desgarro propio.

Expuestos desde una perspectiva en tensión dramática creciente, apoyados en diálogos lúcidos, frescos y motivados desde una herida siempre sangrante. Diálogos convincentes, auténticos, tan dolidos y francos ―con esos giros idiomáticos, además― propios de los muchachos, pero sin ceder al morbo para evitar el protagonismo del lenguaje en sí; sino para expresar mejor el lucimiento psicológico del padecer del personaje central, en dialéctica oposición al (o a la) protagonista.

Apreciamos lo dicho desde el cuento inicial, «Primer amor», que es una confesión o la visión de un niño, de cómo se transformó, cuando adulto, en ruin y canalla, debido a un cruel desengaño y falso primer amor. Hasta llegar a los cuentos centrales y últimos, donde, en primera persona y en tono musicalizado, confesional, cada personaje ―maestra de escuela, poeta o escritor, músico o bohemio extraviado― confiesa lo suyo. Su oscuro universo de desgarros en un corazón que ya no resiste más. Como son las letras de las canciones del dolido Chacalón; o son la de un bolero cantinero y pepero, cuando la historia se acompaña de un Bienvenido Granda y su «Percal», «te acuerdas del percal…».

«Con estos cuentos confirmamos que Fernando Carrasco Núñez es un cuentista nato. De raza. De antología».

Diez cuentos de este libro que gustan, en especial, por el dominio magistral de una prosa subyugante y el inteligente desarrollo de los personajes, sus psicologías y los fulgurantes súbitos demonios interiores, que se desatan, deshacen, transforman y quebrantan sus jóvenes vidas en destinos de infierno y pesadillas. Que en suma nos hacen sentir ―aleccionadora sanación― que mucho o algo expresan de nosotros. Acaso, en juego de espejos, un anhelo por nuestra esperanza y salvación. Como se dan en las tramas de los dos últimos cuentos: «Tú me pides que te olvide», cuyo pretexto es la muerte del famoso divo Leo Dan y las delicias de las letras de sus canciones: «Cuando un amor se va, cómo sufre un corazón, cuando un amor se va»: cuando el trasfondo o la verdad oculta es que, detrás de estas letras, nos enteramos de la reciente muerte de quien más amaba a Leo Dan, el papá de Raquel y Celia, las dos hermanas; pero, más terrible aun, también descubrimos el más íntimo drama de Celia: ha sido rechazada por su enamorado por no desear ella el aborto del hijo que él no deseaba. Tragedia tras tragedia, que se hace historia paralela con la vida del protagonista. Al final de este notable cuento nos enteramos de que él también ha sido rechazado por su chica, aquí ausente-presente, quien ha partido hacia un lugar lejano. La historia nos muestra un final inesperado.

Fernando Carrasco Núñez y la reciente presentación de Este amargo amor, en la Librería Lima. (14/11/25)

El último cuento de este libro trata ―grata sorpresa― de la vida amorosa nada más y nada menos que de Otilia Villanueva y el universalmente reconocido poeta César Vallejo. Un bellísimo relato expuesto en tono biográfico, de ricos detalles humanos e intimidades psicológicas, de lo más estremecedor, entre Otilia y el poeta. Escrito en una prosa de vuelo enjoyado, el cuento logra el lujo de sentirse melodiosamente enternecedor y sonoramente poético. Un poema en prosa. Y nos atrapa tanto por su trama de amor, la atinada descripción de la Lima de los años veinte (una Lima de acequias, balcones, tranvías y problemas ante el gobierno de un despótico Leguía), como por su apego fidedigno a la vida de nuestro bardo: quien al final opta y prefiere, en esta historia de amor y dolor: más el amor a su libertad de escritor, a su libre albedrío de poeta, que al dulce amor de su Otilia recién por él embarazada. ¡Dolorosa decisión que le costó casi la vida, por su propia mano!

Con estos cuentos confirmamos que Fernando Carrasco Núñez es un cuentista nato. De raza. De antología. Tan auténtico cuentista como los hay pocos, realmente pocos, en la literatura peruana. Por lo que lo celebro. Y brindo.

¡Un par más, por favor! No bien cierro este libro vuelve mi deseo de releerlo.

Gracias, Fernando. Pues, si tú lo dices: El amor es un milagro que castiga, nos da sed. La agradable sed y fortaleza, digo yo, por desear releer. Y por pretender: ¡rescatarnos del hondo pozo oscuro de lo ya vivido! ¡Un par más, por favor!

Reseña publicada en alianza con el portal Lima Times.