Adolfo Ramos, el pintor de las danzas: “En el Perú no se puede vivir solo del arte, trabajamos por amor”

El artista y docente de diseño gráfico inauguró “Danzas y colores de Junín”, una exposición de 18 lienzos de gran formato que rinde homenaje al Huaylarsh y la identidad del Valle del Mantaro.
Artista plástico Adolfo Ramos, expone sus pinturas en la Casa de la Juventud de Huancayo
Percy Salomé
Percy Salomé
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Adolfo Ramos Aliaga, el artista que convirtió las danzas del Valle del Mantaro en su sello personal, afirma con realismo que “en Huancayo y en el Perú no se puede vivir cien por ciento del arte”. Este docente y pintor, con una trayectoria de 25 años, presenta hasta el 10 de octubre su más reciente exposición, “Danzas y colores de Junín”, en la sala de exposiciones de la Casa de la Juventud y la Cultura de Huancayo.

“Trabajamos por amor al arte. Para nosotros es una satisfacción personal ver concluida cada obra, y eso es suficiente”, confiesa Ramos Aliaga. La muestra, que es parte de la celebración por los 40 años del Instituto Continental, reúne 18 lienzos de técnica mixta donde predominan los colores vibrantes y las líneas verticales que capturan el dinamismo de los danzantes.

“Mi trabajo tiene una base impresionista, donde dejo fluir el color. Lo que más muestro es el Huaylarsh, por ser algo muy representativo de nuestra región”, explica el artista.

Chonguinada

Aunque nació en La Oroya, Ramos Aliaga encontró en Huancayo, hace tres décadas, la musa que redefinió su obra. “Llegué a Huancayo haciendo un trabajo abstracto después de estudiar en Bellas Artes en Lima. Pero fue el contacto con su gente, sus danzas y su iconografía lo que me llevó a recrear esto que ahora me identifica”, relata. Hoy, se considera “huancaíno por adopción” y asegura que la riqueza cultural de la región es un “insumo enorme” para su creación.

El artista elige formatos grandes, “el más pequeño mide 80 por 60 centímetros”, para incluir a más personajes y darle mayor impacto visual a las escenas dancísticas. “Siempre he trabajado en formatos grandes. Me permiten hacer composiciones con más personajes y que sean más visibles”, detalla.

Más allá de la satisfacción personal, Ramos Aliaga es crítico con el escaso apoyo del sector cultural. “Las autoridades deberían comprometerse más a apoyar actividades de esta naturaleza. Tenemos muchos jóvenes artistas con intención, pero las limitaciones les impiden mostrar su trabajo”, señala.

Huaylarsh

El artista subraya que el problema no es solo la falta de financiamiento, sino también de difusión. “A veces se hace una muestra y la gente no se entera. Ahora estamos en una era digital donde se tendría que compartir lo que tenemos”.

Ramos Aliaga compagina su pasión con la docencia en el Instituto Continental, donde imparte cursos de Diseño Gráfico. Reconoce que, como la mayoría de artistas en el país, necesita de otro oficio para sostenerse. “Nadie se puede quejar del todo, pero aquí no podemos vivir solo del arte. Muchos somos docentes o trabajamos en otras empresas”.

Mientras exhibe sus pinturas, el artista ya prepara su siguiente proyecto: una serie sobre colibríes con un estilo que mezcla el cubismo y el surrealismo, que espera presentar el próximo año.

En tanto, indica que “las danzas son algo que el público reconoce al instante”. “Mi misión es que esa identidad no se pierda”, sintetiza.

La exposición estará hasta el 10 de octubre, y es parte de una serie de actividades como el corso Uyay (28 de septiembre) y la VII edición del Vive IC (1 al 31 de octubre).