El martes 27 de mayo se inauguró “Neón Chicha” en el Museo del Grabado del ICPNA en La Molina (Lima), una exposición de nuestro arte “pop/ular”, con la curaduría del reconocido escritor, historiador e investigador de arte y DJ, Alfredo Villar. En palabras del también autor de la novela Papá Huayco: “La gráfica chicha fue la primera gran conquista visual de una masa que se desbordaba, invadiendo las ciudades y transformando sus periferias en nuevos centros de creatividad”.
En este reciente instalado invierno húmedo, bajo el cielo gris de Lima, ingresamos friolentos por la avenida Javier Prado y nos dirigimos hacia la sala de exposiciones del ICPNA. Pero, allí adentro, apenas bajando unas gradas, contrario a la estación, nos recibe una maravillosa explosión de colores fosforescentes, y en medio del arte de los carteles serigrafiados rápidamente entramos en calor, visualizando a nuestros iconos culturales, que sobre todo pertenecen a la música tropical andina o cumbia peruana, o mejor dicho, simplemente, a la “chicha”.

Como dice el curador Alfredo Villar: “El uso de las fosforescencias en el arte popular peruano nos remite a una peculiar antropofagia y a ese ‘colonialismo invertido’ que consiste en canibalizar las influencias foráneas e imperiales para crear no un discurso anti, pos o decolonial, sino uno más complejo, donde lo occidental forma parte de un banquete que se devora y se devuelve totalmente transformado. Esta metamorfosis caníbal de lo imperial y lo colonial es, quizás, una de las características más importantes de las culturas pop/ulares latinoamericanas, que la música y la gráfica chicha han llevado a sus extremos”.

La exposición cuenta con trabajos de importantes artistas como Pedro “Monky” Rojas, Yefferson Huamán, Christian Bendayán, Daisy Ramírez, Carga Máxima, Charlotte Beja, Elio Tupac, Fernando Gutiérrez “Huanchaco” y Publicidad Hupik La Unión-Piura.
En la esquina izquierda de la sala hay un cuarto oscuro, una dimensión ultra de lo neón, y allí adentro hasta dan ganas de bailar al ritmo de la chicha, un tema de Guinda o de Chacalón, o cantar con el corazón ardiendo un huayno de Flor Pucarina. Hay tiempo. La exposición estará hasta el 16 de agosto.