“¿En qué momento se había jodido el Perú?”, se interroga Zavalita en las primeras líneas de esa genial novela que es Conversación en La Catedral de Mario Vargas Llosa. Parece que esta pregunta fue la premisa que tomó en cuenta el escritor Jorge Cuba Luque (Lima, 1960) al iniciar la redacción de su nuevo libro titulado Momentos de una nación (Campo Letrado, 2024). Con un tono irreverente, irónico e incisivo, y con una prosa muy bien trabajada, el autor parece decirnos que el Perú se ha ido hundiendo en diferentes momentos de su historia.
El libro de Cuba Luque está compuesto de catorce textos de forma y extensión variadas. Algunos tienen la brevedad y contundencia de un buen artículo periodístico, otros muestran la agudeza y amplitud de la crónica y del ensayo histórico e, incluso, encontramos textos que son relatos de ficción bastante logrados.
Momentos de una nación nos muestra periodos oscuros de nuestra historia que van desde la llegada de los españoles a tierras peruleras, pasando por la derrota de Túpac Amaru II y los golpes de estado del siglo XX, y se prolonga hasta los años más recientes. En el texto final “1985-2016. La plata llega sola” se aborda la odisea jurídica que viven los últimos presidentes que nos han gobernado, quienes afrontan juicios e investigaciones que los llevan a la prisión o los arrastran al suicidio.
“Un tramposo y un usurpador, sin saberlo, se habían dado cita con la Historia”.
El primer texto titulado “1532. Cajamarca: a pendejo, pendejo y medio” nos señala que el Perú comenzó a echarse a perder desde mucho antes de su fundación como república. El autor nos lleva a la tarde del 16 de noviembre de 1532, en que en la plaza central de Cajamarca se encontraron Atahualpa y Pizarro. El primero había tomado el poder luego de la muerte de su padre Huayna Cápac y de su sucesor Ninan Cuyuchi y después de ordenar la muerte de su hermano Huáscar. Pizarro venía dispuesto a todo para alcanzar fortuna y así dejar de ser un “donnadie” en España y salir de la situación de precariedad en la que vivía. “… un tramposo y un usurpador, sin saberlo, se habían dado cita con la Historia. Esa tarde el Tahuantinsuyo empezó a desmoronarse sin que nada ni nadie hubiese podido evitarlo” (p. 23).
Otro de los textos emblemáticos del libro titula “1879. Instrucciones para perder una guerra”. Se trata de un extenso y logrado relato histórico que nos narra una historia de amor en los tiempos de la guerra contra Chile. En este texto, se muestra el accionar controvertido del presidente Mariano Ignacio Prado, quien fue considerado un héroe durante el Combate de Dos Mayo, pero que tuvo un desempeño vergonzante en las postrimerías de la guerra del Pacífico. También aparece la figura oportunista de Nicolás de Piérola. La historia de amor de este relato tiene un final triste y devastador como la guerra.
En el texto titulado “1980. Sendero ominoso”, un coro de voces (militares, subversivos y gente del pueblo) da cuenta de la dinámica social que vivimos en los años del terror. Las huestes de Sendero Luminoso se enfrentaron a las “fuerzas del orden” de nuestro país, y el pueblo se vio, de pronto, entre dos fuegos.
Tenemos la certeza de que este libro de Jorge Cuba Luque, que denota interés por nuestra historia y amor por el país, aumentará sus páginas con el transcurso de los años, ya que, lamentablemente, siempre habrá nuevos personajes, como los que ahora nos gobiernan, quienes con sus acciones y omisiones siguen hundiendo al Perú.