Raúl Segura Solorzano sintoniza a diario una emisora radial para que los más de 500 cuyes de su granja “Acash Wuasy (casa del cuy)” escuchen música o informativos y así estén contentos y libres de estrés; engordando en el distrito Nueve de Julio, en la provincia de Concepción.
“Mi granja está cerca de un recreo campestre. Cuando había matrimonios o reuniones sociales, la orquesta, los grupos musicales, las voces de los invitadores, gritos, risas, los cohetones los ponía muy inquietos, miedosos y no comían por varios días, bajaban de peso y me preocupaba. Un día se me ocurrió poner música, y desde entonces no les afecta los ruidos, están tranquilos, desestresados, comen bien, están más gorditos”, comenta don Raúl.
En la granja de cuyes, don Raúl ha instalado al centro una radio de inicios del siglo, mediana, sobre una silla, con su antena para la mejor nitidez del sonido.
La radio está encendida durante el día, de noche apaga para el descanso de los cuyes.
Cuando visitamos a don Raúl, encontramos a sus cuyes curiosos con los visitantes, sus ojitos enormes tranquilos comiendo alfalfa, mientras en la radio sonaba una tunantada, en la emisora Raíces de Jauja.
La ciencia: Musicoterapia para animales
“En la antigüedad se creía que los animales no tenían emociones, pero se ha comprobado que tienen las estructuras cerebrales necesarias para producir emociones y demostrarlas, aunque no de una manera verbal, pero si conductual como el miedo, la agresión, la identificación del peligro, memoria, estado de ánimo, el dolor, recuerdos agradables, dolor físico, hambre y sed.” (Patiño et al., 2006).
Si los animales tienen emociones y son seres vivos, son también seres conscientes e interactúan con el medio ambiente. Así, “en la medicina veterinaria, la música ha sido cada vez más estudiada y se utiliza para minimizar los problemas relacionados con depresión, ansiedad y estrés, como herramienta para enriquecimiento ambiental e incremento de la producción”, (Schwilling et al., 2011)
De esta manera la ciencia respalda a don Raúl quien desde hace tres años emplea la música sin distinción de tipo de canciones o programas: “Mis cuyes escuchan de todo”, dice, “hasta noticias”. Y sonríe mientras sostiene en sus brazos a un cuy macho, padrillo poderoso y alegre.