A sus 53 años, Kelly Jiménez Roque, la conocida llantera de Huamancaca Chico, ha superado duros golpes de la vida, una de ellas, dice, fue la separación de su esposo, quien se alejó de su hogar en 2015, poco después de que ella quedase en tercer lugar en las elecciones a la alcaldía de su distrito en ese año.
Había postulado por Solidaridad Nacional y la campaña le generó gastos que resintieron al padre de sus cinco hijos. Dolió. Pero, como ella dice, ‘hoy perdí una batalla, mañana la gano’, reinició su taller para reparar neumáticos de vehículos, promovió con el apoyo de otras personas la construcción de una nueva infraestructura de la escuelita y el jardín donde ella estudió en su infancia.
Luego, se presentó a un concurso de Agro Ideas y logró un presupuesto de S/ 360 mil con el que fueron implementados 30 galpones para la crianza de cuyes para igual número de miembros de la Asociación de Productores Agropecuarios “Los Guindales”.
Su más reciente proyecto: una empresa que brinda agua potable a 150 personas en la parte alta de Huamancaca Chico, conocido como ‘el mirador’.
Ella misma ha fabricado la escalera que baja los primeros 25 metros del pozo de donde extrae el agua para sus usuarios. Con sus conocimientos de gasfitería, instaló los tubos para el bombeo del líquido que antes de ser distribuido pasa por un proceso de cloración para que sea apto para el consumo humano.
En esa zona, las viviendas de su distrito carecen de desagüe y Kelly se ha propuesto gestionarlo ante las autoridades.
Todas estas habilidades, Kelly lo aprendió de su padre, un agricultor que cuando ella era niña la llevaba al campo y le pedía que la ayude engrasar el arado del tractor o ajustar los pernos de la máquina.
Luego de terminar la secundaria en el colegio Héroes de la Breña, en Chupaca, Kelly estudio mecánica en el Centros de Educación Técnico Productivo “Benjamin Galecio Matos” (Gamor). Y después, con sus hermanos, abrió un taller de mecánica en Huamancaca Chico.
Entre todas sus actividades, ella es también la responsable del mantenimiento de la red de desagüe de su pueblo.
“Cuando caminas siempre hay obstáculos, pero tienes que abrir la carretera para seguir adelante”, subraya Kelly. No le falta razón.
