Pedro Antonio Morales Mansilla, militante histórico de Acción Popular (AP), arremetió con dureza contra el congresista Ilich López Ureña, quien anunció una acusación constitucional contra los magistrados del Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Morales Mansilla, quien se define como un “político y no un improvisado”, calificó la amenaza como una “bravuconada típica de un mediocre dolido” que “no va a tener ningún sustento constitucional ni legal”.
El veterano acciopopulista sostuvo que la advertencia de López “demuestra su bajeza y su mediocridad” y aseguró que se trata de un “despropósito” nacido de la frustración, luego de no haber conseguido sus objetivos “a través de un fraude en el que definitivamente ha participado”.
Acusación sin base constitucional
Según Morales Mansilla, la anunciada acusación carece de todo fundamento jurídico. Si bien recordó que los magistrados del JNE pueden ser sometidos a una denuncia constitucional, subrayó que la Constitución establece de manera expresa los causales.
“Los magistrados no son pasibles de denuncia constitucional por las resoluciones que emiten en el cumplimiento de sus funciones”, precisó. En ese sentido, defendió la actuación del JNE, señalando que el organismo electoral “actuó dentro de sus competencias”, al evaluar denuncias presentadas.
Por ello, reiteró que la reacción de López responde a un ánimo de “venganza y desesperación”. Incluso sugirió que el congresista habría condicionado la participación de terceros en las irregularidades denunciadas mediante cargos otorgados desde su despacho parlamentario.
“Hay que tomarlo como de quién viene”, aseveró.
El “fraude sistemático” en Acción Popular
Las declaraciones de Morales Mansilla se inscriben en la profunda crisis que atraviesa Acción Popular, situación que —según confesó— le genera “mucha tristeza, dolor e indignación”, sobre todo la cancelación de sus elecciones internas.
El histórico militante calificó la debacle del partido como la consecuencia de un “fraude sistemático” en contra de los intereses y la confianza de la militancia. Atribuyó esta situación a acciones contrarias a la tradición democrática y a la decencia partidaria, cometidas por la dirigencia y por la mayoría del grupo parlamentario actual, entre quienes incluyó a Ilich López.
Uno de los episodios más graves, recordó, fue la sustitución irregular de delegados partidarios elegidos en noviembre por otros que ni siquiera participaron en el proceso electoral, hecho que motivó la reciente resolución del JNE. “Es un fraude vergonzoso que genera vergüenza ajena y envía un pésimo mensaje a la ciudadanía”, afirmó.
Control partidario y ruptura por principios
Morales Mansilla también acusó a López de tener “prácticamente el control de las instancias partidarias” y de utilizar su poder congresal para intervenir en los asuntos internos del partido. Sobre la lista presentada en Junín —que incluye a la esposa del congresista—, sostuvo que hablar de consensos es “un monumento al cinismo”.
“No hubo consenso de ninguna naturaleza. Esa es su lista y no goza de la simpatía de la mayoría de los militantes”, remarcó.
Finalmente, reveló que desistió de integrar una lista de consenso para la senaduría por una “cuestión de principios”, al negarse a compartir espacio con los llamados “niños de Castillo”, tránsfugas y congresistas involucrados en actos irregulares.
“Acción Popular debía limpiarse. Sin ética pública no hay democracia posible”, concluyó.
