El Hospital Manuel Ángel Higa Arakaki de Satipo enfrenta una crisis operativa que compromete la seguridad de pacientes y personal. La infraestructura funciona con filtraciones de agua de lluvia en áreas críticas, equipos malogrados y un déficit severo de personal que acumula jornadas extenuantes, en tanto, la nueva obra del hospital sigue paralizada tras denuncias de presunto favoritismo en entregar su construcción a una empresa sin experiencia, cuyo contrato fue anulado.
Las inspecciones de la Contraloría a la infraestructura donde funciona el hospital, muestran goteras en las áreas de emergencia, el centro quirúrgico, hospitalización, consulta externa y el centro obstétrico. El agua de las lluvias ingresan también a la zona de admisión, donde se guardan las historias clínicas.
En la central de esterilización del material quirúrgico, las filtraciones coincidieron con una fuga eléctrica que expone a pacientes y trabajadores a un riesgo de electrocución. Además, los equipos contra incendios no ofrecen garantías porque la administración mantiene extintores vencidos desde agosto de 2024.
La Contraloría confirmó esta situación en un informe de orientación emitido el 20 de noviembre de 2025. La entidad identificó seis situaciones adversas graves que afectan la atención médica y aumentan el riesgo sanitario en la provincia. El documento advierte también un deterioro progresivo en la operatividad de los servicios y un incumplimiento sistemático de normas técnicas y de seguridad.

Personal trabaja al límite
De acuerdo con el documento, médicos y especialistas de unidades críticas cumplen guardias consecutivas que llegan a 150 horas en periodos de diez a trece días. Este exceso incrementa la probabilidad de errores diagnósticos y quirúrgicos. En Patología Clínica, la administración asigna guardias nocturnas al personal técnico en lugar del biólogo profesional, lo que afecta la calidad de los análisis. El hospital tampoco programa turnos en el Banco de Sangre, un servicio vital para emergencias.
El riesgo también alcanza la cadena farmacológica. La farmacia registra temperaturas de hasta 34 °C, por encima del límite de 30 °C que exige la conservación de medicamentos esenciales como metoclopramida, paracetamol, soluciones de dextrosa y agua estéril. Diagnóstico por Imágenes ni siquiera cuenta con pozo a tierra para proteger sus equipos.
En tanto, el Gobierno Regional mantiene sin ejecutar un proyecto de inversión de más de S/ 3.8 millones aprobado en 2024 para mejorar consultorios y ambientes de emergencia. La precariedad quedó expuesta el 15 de septiembre de 2025, cuando las lluvias inundaron Neonatología, emergencia médica y sala de operaciones.
Infraestructura sigue abandonada

Mientras tanto, la nueva infraestructura que el Gobierno Regional inició en el distrito de Río Negro, luego de cambiar su ubicación original, sigue paralizada desde 2022, con los fierros expuestos y oxidándose con las aguas que inundan sus bases. La actual gestión del gobernador, Zósimo Cárdenas, tuvo que anular el contrato en octubre último, luego de revelarse que entregó la licitación para construirlo al consorcio Arakaki, representado por Lucero Nicole Coca Condori, una joven de 23 años sin experiencia.
El proyecto de “Mejoramiento de los Servicios de Salud del Hospital de Apoyo Manuel Higa Arakaki” fue adjudicado por S/ 207 millones.
La Contraloría identificó que Lucero Nicole Coca Condori tenía parentesco en primer grado de consanguinidad con Esther Beatriz Condori Cárdenas, quien es accionista (0.05%) de la consorciada LC&EC Constructora Consultora y Servicios S.A.C.
Lo más grave de esta paralización es que la presencia de estas pozas de agua estancada favorece la formación de criaderos y la proliferación de larvas del mosquito Aedes aegypti, el vector que transmite el dengue.
De acuerdo con el cronograma de la nueva licitación, lanzada el 17 de octubre, la buena pro debería haberse otorgado el 19 de noviembre, pero hasta hoy, 24 de noviembre, no hay resultados.


