La Amazonía peruana está al borde de un punto de no retorno. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) estima, con base en datos de Map Biomas, que cada minuto se pierde el equivalente a seis canchas de fútbol de bosque amazónico. Esta deforestación acelerada compromete el recurso hídrico, la regulación climática y la biodiversidad que es refugio de más de 400 pueblos indígenas.
La crisis es de tal magnitud que entre 1985 y 2023, más de 88 millones de hectáreas de bosque en la Amazonía fueron destruidas a nivel regional. Específicamente en Perú, el portal Geobosques revela que la pérdida total de bosque del 2001 al 2024 supera los 3 millones de hectáreas.
Científicos del Panel Científico para la Amazonía (SPA) han lanzado una advertencia crítica: si la deforestación en el bioma alcanza un rango entre el 20% y el 25%, el ecosistema podría colapsar de manera irreversible.

Un ecosistema vital bajo amenaza
La Amazonía no solo es hogar de 47 millones de personas, sino que es un actor clave en la estabilidad climática global. Su vegetación y suelos almacenan hasta 200 mil millones de toneladas de carbono, y sus “ríos voladores”(corrientes de vapor) transportan humedad vital que contribuye al enfriamiento del planeta.
Ante esta emergencia, organizaciones de Brasil, Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú han unido sus fuerzas en la campaña internacional “Amazon League”, que busca movilizar a la ciudadanía global para proteger este y otros bosques tropicales. La campaña invita a la ciudadanía a sumarse firmando la petición aquí.

Restaurar para fortalecer la resiliencia
Frente a la crítica de la deforestación, la restauración de los ecosistemas degradados emerge como una solución prioritaria. En Perú, el Gobierno impulsa la Estrategia Nacional de Restauración de Ecosistemas y Tierras Forestales Degradadas (ProREST 2021-2030), liderada por el Serfor.
WWF Perú promueve un enfoque de restauración dual que combina la conservación y la producción sostenible:
- Restauración ecológica: A través de plantaciones con alta densidad y diversidad de especies nativas y el enriquecimiento de bosques secundarios, buscando mejorar el ciclo hídrico y beneficiar a especies clave como el jaguar.
- Restauración productiva: Mediante sistemas agrosilvopastoriles y la implementación de ganadería regenerativa, que ha logrado rehabilitar más de 1,000 hectáreas de pasturas tradicionales, aumentando su capacidad productiva sin expandir la frontera agrícola.
Se proyecta que para el 2030, estas acciones de restauración ecológica en títulos habilitantes podrían alcanzar más de 6,000 hectáreas y capturar hasta 150 mil toneladas de CO₂ en los próximos años.
Kurt Holle, director país de WWF Perú, reconoce que la restauración es una de las soluciones más efectivas para revertir la pérdida. “Restaurar los paisajes degradados significa devolverle vida al bosque y fortalecer la resiliencia de las personas y del planeta”, manifestó.
La campaña “Amazon League” se presenta como una oportunidad crucial para que Perú, de cara a la COP30 en Brasil, demuestra que proteger y restaurar sus bosques es esencial no sólo para sus comunidades, sino para cumplir los compromisos climáticos globales.
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